El Derby despide 91 años de historia

Margarita Mosteiro Miguel
marga Mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

Sandra Alonso

El café, abierto en 1929 en Santiago, fue un referente de las tertulias de Rafael Dieste, Valle-Inclán, Maside, García Sabell, Díaz Pardo y Casares, entre otros

12 jun 2020 . Actualizado a las 22:35 h.

El café Derby de Santiago cerró el pasado 16 de marzo, con la idea de volver a abrir sus puertas cuando se venciera al coronavirus. Sin embargo, solo un mes después Victoria Domínguez anunció el cierre definitivo a sus ocho trabajadores. La insistencia de sus hijas, Mabel y Sara, para que aceptara una jubilación más que merecida a sus 85 años, y cincuenta de cotización a la Seguridad Social, fueron determinantes para dar el paso. Con su adiós se pone fin a la larga historia del Derby, que comenzó en 1929, y cierra también un capítulo de la vida cultural de Galicia.

El Derby se convirtió en un referente de la élite cultural de Santiago, y entre otros hitos, en sus mesas se gestó la constitución del grupo local del comité de cooperación intelectual, que, entre otros, invitó a Federico García Lorca. Pronto fue elegido como lugar de debate de profesores universitarios, médicos y profesionales liberales, que se citaban para charlar animadamente, mientras disfrutaban del café elaborado en una de las primeras cafeteras exprés instaladas en Santiago.

En sus tertulias participaron conocidos de la cultura gallega como Maside, Rafael Dieste, Carlos Casares, Domingo García Sabell e Isaac Díaz Pardo. Muchos fueron los largos debates sobre el galleguismo, y la fundación del Partido Galleguista en 1931. Victoria reconoce «cierto alivio» tras tomar la decisión, y echando la vista atrás lamenta que ya no se celebren tertulias como las de antes. «Ahora la gente no tiene tiempo para hablar», lamenta con pena.

ALVARO BALLESTEROS

La cafetería, situada en la salida del casco histórico compostelano junto a la plaza de Galicia, nació cuando Santiago caminaba hacia su transformación urbana.

Corría el año 1929, cuando Avelino San Luis, un empresario que nada tenía que ver con la hostelería, alquiló una destartalada taberna para convertirla en un café al estilo de las cafeterías más modernas de Madrid y Barcelona. En su día, a San Luis lo tacharon de loco por asumir una renta de 600 pesetas mensuales, e invertir una fortuna en crear el ambiente adecuado para que el Derby se convirtiera el café de moda. Hizo traer mármol macizo de Carrara (Italia) para un mostrador habitual en los cafés de la época, y con una altura de algo más de metro y medio. Compró madera de caoba de Cuba para el zócalo, e instaló vidrieras de estilo veneciano. Tanto el mostrador como las vidrieras y los zócalos están protegidos por Patrimonio.

San Luis «se cansó en cinco años de la aventura», cuenta Victoria Domínguez, y «dos camareros compraron el café. Uno de ellos era mi padre, Manuel Domínguez Nieto». Victoria, al enviudar en 1965, trabajó codo con codo con su padre, y asumió el relevo generacional en 1989. Gran parte de este siglo de modernidad de Galicia se debe a ella.