Olivier Duhamel, el politólogo francés que abusó de su hijastro cuando tenía 13 años, no irá a la cárcel

Javier Becerra
Javier Becerra REDACCIÓN

SOCIEDAD

Portada del libro en el que se denuncian los hechos
Portada del libro en el que se denuncian los hechos .

La hermana gemela de la víctima desveló en un libro que el académico lo violaba hace tres décadas años, cuando era un adolescente. El acusado reconoció los hechos en abril de este año, pero el delito ha prescrito

14 jun 2021 . Actualizado a las 19:29 h.

 Lo hizo. Aquí no hay dudas o falta de pruebas. Admitió en abril haber abusado sexualmente de su hijastro. Se trata de Olivier Duhamel. Su víctima: Antonie Kouchner. Padrastro e hijastro, respectivamente. Cuando el segundo era un adolescente de 13 años, el primero se aprovechó de la situación de superioridad para manipular al joven, amedrentarlo y violarlo. Después de apartarse en enero del foco, «para no dañar a las instituciones en las que trabajo», una vez que se denunciaron los hechos, terminó confesando. Sí, todo eso ocurrió de verdad. Pero no irá a la cárcel. Su delito, cometido a finales de los ochenta, ya ha prescrito.

Olivier Duhamel es una figura pública muy conocida en Francia. Hijo de diputado y afamado analista y politólogo, ocupa el puesto de profesor emérito en la universidad Sciences Po y presidió el Consejo Constitucional entre 1983 y 1995, así como eurodiputado socialista entre 1997 y 2004, entre otros cargos. Todo un símbolo de la burguesía francesa de izquierdas derivada del mayo del 68. Cuando ocurrieron los hechos estaba casado con la profesora de pensamiento Evelyne Pisier (fallecida en el 2017) que tenía dos hijos gemelos de su matrimonio anterior: Camille y Antonie. Él o soportó sus perversiones ocultas y delictiva. Ella las ha denunció este año, tres décadas después.

Todo se destapó con la publicación de La familia grande el pasado 7 de enero. El volumen, escrito por Camille, surgió con una idea. «Nace de esta necesidad: dar testimonio del incesto», dijo la autora a la revista L'Obs al publicarse. Era una catarsis rebozada en culpa, impotencia y deseos de justicia. En esas páginas ella habla de una educación liberal, donde tomaban el sol desnudos, les explicaba qué eran los orgasmos y los tocamientos bajo la mesa sobrepasaban el cariño para convertirse en veneno. Al principio, no entendía nada de lo que ocurría. Luego, el padrastro imponía la ley del silencio, amenazándoles incluso de suicidarse si decían algo.

Mucho tiempo después, una Camille adulta se percató de las miradas que Duhamel lanzaba al hijo de su esposo, de 10 años. Y estalló. En el 2008 le contó lo sucedido a su tía, la actriz Marie-France Pisier. Esta habló con Evelyne. Pero la madre reaccionó mal. Negó los hechos. Acusó a los hijos de querer destrozar su relación. Protegió a Olivier Duhamel. «Mi marido no hizo nada. Es tu hermano quien me engañó», le dijo, según el libro.

La publicación de La familia grande y sus consecuencias han supuesto un terremoto en una sociedad francesa que, en los últimos tiempos, ve una catarata de escándalos sexuales protagonizados por figuras públicas. En el caso concreto del incesto, se abre la puerta a uno de sus sótanos más oscuros. Empujados por ello, bajo el hashtag #MeTooInceste han empezaron a aparecer miles de casos en el país galos de abusos entre familiares.

Antonie, que en su momento le pidió a Camille que no desvelara lo ocurrido, puso la correspondiente denuncia. Pero esta llegaba demasiado tarde para que tuviera repercusiones penales sobre Olivier Duhamel, que tiene 71 años. En la actualidad no hubiera tenido este desenlace. Los delitos de se tipo prescriben en Francia 30 años después de que la víctima tenga 18 años.