Combinar vacunas y espaciar más AstraZeneca mejora la inmunidad

Alvaro Soto MADRID / COLPISA

SOCIEDAD

NYIMAS LAULA

Dos estudios avalan los beneficios del cóctel vacunal y de separar con hasta 45 semanas los dos pinchazos de la fórmula anglosueca

29 jun 2021 . Actualizado a las 18:28 h.

Combinar las vacunas de AstraZeneca y Pfizer y espaciar hasta un año las dos dosis de AstraZeneca la inmunidad contra la covid-19, según dos nuevos estudios publicados por la Universidad de Oxford.

En el primero de ellos, los investigadores descubrieron que la combinación de dosis de AstraZeneca con Pfizer, inyectadas con cuatro semanas de intervalo, mejora la respuesta inmunitaria del organismo. El cóctel debe realizarse en este orden para lograr la mayor eficacia: si sucede al revés, primero el compuesto germanoestadounidense y luego el anglosueco, la inmunización es más baja. La combinación de dos vacunas diferentes «podría darnos aún más flexibilidad», cree el profesor Jonathan Van-Tam, subdirector médico de Reino Unido, en declaraciones a AFP.

En España, el estudio Combivacs, realizado por el Instituto Carlos III con una muestra de 600 personas, mostró en mayo resultados similares al concluir que mezclar fórmulas de tecnologías diferentes no solo no entraña más riesgo, sino que dispara hasta niveles muy altos la protección frente al virus.

Combivacs fue la base de la decisión del Ministerio de Sanidad de decretar que los dos millones de trabajadores esenciales que habían sido inoculados en primera instancia con AstraZeneca recibieran después una segunda dosis de Pfizer, pero la rebelión de las comunidades forzó después al departamento de Carolina Darias a permitir la libre elección. La mayoría de los vacunados, hasta el 90 % en algunas autonomías, se decantó por repetir dosis y eligió AstraZeneca, contra el criterio de Sanidad.

España está, junto con Baréin, Canadá, Italia, Corea del Sur, Emiratos Árabes Unidos, Reino Unido y Estados Unidos, entre los países que ya permiten la combinación de vacunas o estudian hacerlo. El pasado viernes, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) afirmó que aún «no está en condiciones de hacer recomendaciones definitivas» sobre esta posibilidad, aunque reconoció que los estudios preliminares sí muestran que la combinación es «segura y eficaz».

Los resultados preliminares de dos estudios científicos realizados en España y Alemania apuntan «una respuesta inmunitaria satisfactoria y sin problemas de seguridad» en la mezcla de vacunas, pero la EMA «no está en condiciones de hacer recomendaciones definitivas», afirmó este organismo europeo, cuyas decisiones, habitualmente seguidas por los países (aunque no siempre, como en este caso), han servido para elaborar las estrategias de vacunación nacionales.

El segundo estudio de Oxford muestra otra conclusión sorprendente: dejar pasar 45 semanas entre las dos dosis de AstraZeneca mejora la respuesta inmunitaria frente al SARS-CoV-2. El criterio actual para la fórmula anglosueca es un espacio de 12 semanas, porque en este intervalo, la inmunización crece hasta casi doblarse, por ejemplo, frente a la variante delta, desde el 32 % con una dosis hasta el 60 %. De hecho, muchos países (y varias comunidades españolas) están reduciendo el plazo para la inyección de la segunda dosis de AstraZeneca (a 10 u 11 semanas) para hacer frente a delta.

El estudio de la universidad británica, por tanto, no cambiará el criterio en los países que cuentan con dosis suficientes de AstraZeneca, pero sí «debería ser una noticia tranquilizadora para los países con menos suministros de vacunas, que pueden estar preocupados por los retrasos en la obtención de segundas dosis», aseveró el profesor Andrew Pollard, director del Oxford Vaccine Group, que desarrolló la vacuna junto al grupo farmacéutico anglosueco.

Un estudio previo, publicado en febrero en la revista The Lancet, ya avanzaba que la eficacia de AstraZeneca era mayor si se administraban las dos dosis con tres meses entre las dosis (81 %) que con seis semanas (55 %).

Finalmente, la investigación de Oxford certifica que una tercera dosis administrada seis meses después de la segunda produce otro «aumento significativo» de los anticuerpos. Además, los científicos han descubierto que la segunda y la tercera dosis provocan menos efectos secundarios que la primera.