El ministro de Salud de Alemania: los alemanes estarán «vacunados, curados o muertos» al final del invierno
SOCIEDAD

La canciller en funciones Angela Merkel asegura que el país germano está entrando «en una situación que va a superar todo lo que hemos visto hasta ahora»
22 nov 2021 . Actualizado a las 19:31 h.Cuando finalice este invierno, el segundo de la pandemia, los alemanes estarán «vacunados, curados o muertos». Estas declaraciones tan contundentes corresponden al ministro de Salud en funciones en Alemania, Jens Spahn. Así de drástico se ha mostrado este lunes durante una comparecencia ante los medios de comunicación en la que intentaba recordar de nuevo a la población que no existe alternativa a la inmunización para combatir la propagación del coronavirus ante la virulencia de la variante delta en su territorio y en la que insistía en un llamamiento generalizado a la vacunación. Solamente un 68 % de los ciudadanos tienen la pauta completa y las autoridades sanitarias acaban poner en marcha la campaña para administrar las vacunas de refuerzo a los que habían completado el proceso. Y la advertencia de Spahn no se trata de un posicionamiento individual de un miembro del Ejecutivo germano, cada vez más políticos y científicos de este Estado dan la voz de alarma sobre la preocupante fotografía epidemiológica. También se expresó en términos similares el director del grupo de investigación inmunológico y de vacunas del hospital universitario Charité de Berlín, Leif Erik Sander, al asegurar que «solo las vacunaciones» evitarán que Alemania sufra una «quinta, sexta y séptima» ola de la pandemia. «Todos deben vacunarse» y una infección con el virus no es alternativa, afirmó el catedrático universitario y experto en virología.
Por su parte, Angela Merkel, canciller federal en funciones, calificó este lunes de «insuficientes» las medidas tomadas hasta ahora en Alemania para frenar la cuarta ola de coronavirus que sufre actualmente el país. «Vivimos una situación altamente dramática. Lo decidido hasta ahora no alcanza» para detener la propagación del virus, afirmó Merkel durante una reunión de la ejecutiva de la Unión Cristianodemócrata en Berlín. «Estamos en una situación que va a superar todo lo que hemos visto hasta ahora», comentó la canciller federal, quien destacó que las infecciones en Alemania se duplican actualmente cada 12 días.
Alemania registró este lunes un nuevo récord absoluto en la incidencia del coronavirus con 386,5 nuevas infecciones por cada 100.000 habitantes en una semana, aunque hay regiones y distritos en estados como Baviera, Sajonia y Turingia que se aproximan a las 1.000. El Instituto Robert Koch (RKI) contabilizó 30.643 nuevos contagios en las últimas 24 horas, frente a los 23.607 del lunes de la semana pasada. Mientras tanto aumentan las voces de quienes exigen el dictado de la vacunación obligatoria, como ocurre en Austria, que ha implantado su exigencia y ha decretado un confinamiento general de la población. Esta iniciativa no estaría destinada a determinados grupos profesionales, lo que podría suponer una violación constitucional, sino para todos los trabajadores sin excepción, una medida más radical pero no discriminatoria. El ministro de Salud de Baviera, Klaus Holetschek, ha sido el más reciente defensor de esa medida este lunes. «Estamos en medio de la pandemia y creo que solo saldremos de este bucle interminable con la vacunación obligatoria», dijo el político conservador. Pero el ministro Spahn, al menos de momento, no se muestra partidario de imponer la inmunización.
La nueva intervención de Spahn se produjo con motivo del debate sobre la vacuna a aplicar para reforzar la inmunidad de quienes tienen la pauta completa de vacunación. El ministro de Sanidad en funciones había anunciado anteriormente que, junto al preparado de Pfizer/BioNTech, se iban a suministrar a médicos de cabecera y empresa, así como a los centros de vacunación, dosis de Moderna en una proporción igual, lo que ha desatado durante el fin de semana una oleada de críticas ante la desconfianza de la población ante cualquier otra vacuna que no sea la desarrollada aquí. Para tratar de calmar los ánimos Spahn comentó que la de Pfizer/BioNTech es el Mercedes de las vacunas, pero que Moderna es un Rolls Royce. Ambas están desarrolladas sobre la base del «ARN-mensajero» que enseña a las células humanas a fabricar una proteína que desencadena una respuesta inmunitaria al virus.
También Sander defendió el uso del preparado de Moderna para la tercera dosis y aseguró que tiene la misma calidad que la de Pfizer/BioNTech. Agregó que aplicar cualquiera de las dos tiene unos «efectos extraordinarios», ya que el booster o vacuna de refuerzo reduce el riesgo de enfermar de coronavirus más de 10 y hasta 20 veces. El experto de la Charité destacó que es incluso beneficioso cruzar las dos vacunas, ya que el sistema inmunológico asume las propiedades de ambas, y que la aplicación de la tercera dosis cierra el proceso de inmunización, aunque eso no quiere decir que en el futuro se hagan necesarias nuevos refrescos de la vacuna. Tanto Spahn como Sander subrayaron además que Alemania dispone de dosis suficientes para afrontar las necesidades de todo el país.
El ministro federal de Sanidad en funciones anunció además que en el mes de diciembre se comenzará a vacunar a los niños de 5 a 11 años, para lo que hay preparado un contingente de 2,4 millones de dosis. Spahn señaló que la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) dará vía libre probablemente esta misma semana a la vacunación de los niños de esas edades. Añadió que los 4,5 millones de pequeños de 5 a 11 años que residen en este país podrán estar vacunados en los primeros meses del 2022.
Diferentes países europeos están intentando incrementar sus niveles de vacunación y endureciendo sus restricciones para frenar las cifras de contagios, que en algunos casos llevan a la sobrecarga en los hospitales debido a los bajos índices de inmunización. Austria ha iniciado este lunes un confinamiento generalizado de su población, que ha polarizado el país. Y Grecia prohíbe a los no vacunados entrar en cines, teatros, restaurantes, estadios y gimnasios, lugares en los que ya no se aceptan test de covid negativos, puesto que la medida acaba de entrar en vigor.