La Farmacia Castro, en A Coruña, que llegó a despachar 3.000 al día, ayer estaba sin ellos. Esta mañana recibió una nueva remesa
23 dic 2021 . Actualizado a las 14:02 h.Hay tan pocos test de antígenos en los almacenes de los distribuidores farmacéuticos que la Agencia Española de Medicamentos ya prepara autorizaciones temporales para permitir la venta en farmacias de lotes reservados exclusivamente para uso profesional, tal y como avanzó ayer la ministra Carolina Darias en el Congreso de los Diputados y confirmó horas después el presidente Pedro Sánchez. El tiempo apremia, responde el sector. Urge desbloquear esta mercancía y que la medida se haga efectiva en «la mayor brevedad» posible, reclama el Consejo General de Colegios Farmacéuticos, porque hoy, víspera de Nochebuena, sigue siendo casi misión imposible dar con una botica que no haya agotado las existencias.
Desde la distribución evitan hablar de desabastecimiento y las propias farmacias confirman que -si no a diario, sí cada dos o tres días- los pedidos siguen llegando. Lo que llega, eso sí, es muy poco. «Ningún fabricante y, por tanto, ningún proveedor tiene en estos momentos test en cantidades significativas para paliar la situación, pero antes de que acabe el año esperamos tener un volumen suficiente para que se regularice el mercado», calculan fuentes de Cofares. Ellos mismos admiten contar solo con existencias residuales que no llegan a cubrir toda la demanda.
Lejos de decaer, el interés por las pruebas rápidas de antígenos crece exponencialmente a medida que se acercan las fechas más señaladas. Se reclaman insistentemente «por precaución», pero también «por previsión», comentan los distribuidores, porque está sucediendo lo mismo que pasó con el papel higiénico en el confinamiento y con las mascarillas FFP2 en mayo del 2020, cuando la OMS acabó teniendo que pedir que se reservasen a los sanitarios ante su escasez mundial. «Ha habido un efecto llamada muy grande y, realmente, si no tienes síntomas el test no es necesario», admiten las mismas fuentes. «Creo que las informaciones sobre el desabastecimiento llevan a buscarlos todavía más», coincide Blanca González, de la Farmacia Orillamar y portavoz del Colegio Oficial de Farmacéuticos de A Coruña.
La situación es idéntica en todo el territorio gallego: furor por hacerse con alguna unidad y suministro intermitente. En la coruñesa farmacia Castro, donde ayer no les quedaba ni uno, han estado vendiendo «miles de pruebas al día». En una sola jornada llegaron a despachar 3.000. Pero los estantes vacíos ya vuelven a estar llenos: esta misma mañana les entró una nueva remesa y ya cuentan con pruebas disponibles para sus clientes.
En Ferrol, María Adrio, titular de una farmacia de la calle Real, recibió ayer un pedido de cien, pero tenía tal lista de espera que antes de las doce ya no le quedaba ninguna. «Se supone que esta semana me deberían llegar más, pero ya no me atrevo a asegurarlo», comenta. En la plaza de Armas esperaban el martes por la tarde la llegada de más de 1.100 test, pero el ayer por la mañana solo les habían llegado cien, que volaron también nada más abrir. Y en la botica de la avenida de Esteiro, este miércoles por la mañana tampoco disponían de test. «Hemos recibido cincuenta llamadas de gente preguntando, porque sabemos que los vamos a recibir, pero no sabemos cuándo», apunta la titular, Noa Rey.
También en Lugo están siendo vistos y no vistos, y los proveedores mantienen aquí que hasta enero no se recuperará el suministro. Ya hay boticas, como la Farmacia Pintos, que incluso han decidido dejar de comprar, porque los precios están tan disparados que no quieren ofrecerlos así a sus clientes. Están seguros de que después de Reyes volverán a los precios que tenían hace 15 días.
En las farmacias ourensanas no puede hablarse de desabastecimiento, aunque la situación es desigual porque la distribución tiene unidades limitadas. «Hay farmacias que tienen stock y otras que no, y en los próximos días entrarán unidades, aunque con limitación, así que el cliente puede encontrarse que en una sí hay test y en otra no», reconoce el presidente del colegio ourensano, Santiago Leyes que sobre los test de saliva a la venta dice que la situación «es todavía peor». Donde no está habiendo problemas en los autotest de saliva para niños de entre 5 y 11 años.
«Son las primeras fiestas de toda la pandemia con pruebas accesibles»
Solo hace cinco meses el test de antígenos puede adquirirse libremente, sin receta médica, en cualquier farmacia. Esta herramienta de control de la transmisión se trató durante año y medio de pandemia casi como «un producto de lujo», sostienen desde la distribución, y de aquellos polvos, estos lodos. Por su naturaleza de prueba diagnóstica, se venden exclusivamente en boticas: requieren estar bien conservados y manipulados, y ser un producto homologado; solo así puede garantizarse su fiabilidad. «Este cuello de botella se ha generado porque hasta julio no se permitió a la gente disponer de un producto tan necesario como este. Estas Navidades son las primeras fiestas de toda la pandemia con pruebas accesibles -señalan las mismas fuentes-. Se han convertido en un objeto de deseo».