Europa es incapaz de sacudirse el estigma de epicentro de la pandemia

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Viandantes con mascarilla en Bucarest (Rumanía), que tiene uno de los índices de vacunación más bajos de la Unión Europea
Viandantes con mascarilla en Bucarest (Rumanía), que tiene uno de los índices de vacunación más bajos de la Unión Europea ROBERT GHEMENT

El continente acumula un tercio de los casos mundiales con solo el 10 % de la población

21 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Ni la variante delta, ya en declive, ni la ómicron, que está ocupando todo su espacio, se originaron en Europa. Una procede de la India y la otra se detectó por primera vez en Sudáfrica y Botsuana. Sin embargo, el epicentro de la pandemia del covid-19 vuelve a estar instalado en el viejo continente, desde hace más de dos meses y como ya pasó en olas anteriores.

A las pocas semanas de que el virus se descubriese en China la peor parte ya se la estaban llevando los servicios sanitarios de Italia y España. Reino Unido, con sus políticas pendulares entre la contención y el contagio masivo, llegó incluso a convertirse en la incubadora de una variante propia, la alfa. Y en estos momentos Francia está cerca del medio millón de contagios diarios, un 50 % más que la India con veinte veces menos población.

Hay que tener en cuenta que los datos no son estrictamente comparables, porque ni los sistemas de detención, ni las capacidades sanitarias, ni la edad media o la movilidad de la población —ni siquiera la transparencia de los gobiernos— resultan equiparables. Pero no deja de llamar la atención que Europa, con toda su robustez asistencial y como primer productor y exportador mundial de vacunas, sea incapaz siquiera de situarse al frente de la cobertura vacunal.

Según los datos de Our World in Data —el proyecto de recopilación de información de la Universidad de Oxford—, solo supera a África y Oceanía tanto en primeras dosis como en personas con la pauta completa. El 63 % de los europeos recibieron las dos inyecciones y el 66 % al menos el primer pinchazo, cuando en Sudamérica son el 66 y el 77 % y en América del Norte y Asia, aunque solo tiene la pauta completa el 60 % de la población, ha recibido alguna inyección el 69 y el 70 %, respectivamente.

Hay países de Europa, entre ellos España, muy por encima de esas cifras, pero el balance conjunto se ve lastrado sobre todo por Rusia y por países del Este, como Bulgaria o Rumanía, que ayer registró el peor dato de contagios de toda la pandemia.

Millón y medio de contagios

En general, el impacto de la pandemia, al menos en cuanto a contagios oficialmente registrados, se ha cebado de manera especial con Europa a lo largo de la mayor parte de la pandemia. No en vano, suma un tercio de los más de 330 millones de casos detectados en el mundo cuando, incluso incluyendo a toda Rusia, apenas representa un 10 % de la población global.

Con las cifras más recientes, el balance es incluso más desproporcionado, porque si se tienen en cuenta los datos de este martes, el último día en el que están más o menos consolidados en la mayoría de países, de los 3,2 millones de contagios, 1,4 se produjeron en Europa.

Las evoluciones negativas no dejan de sucederse en una montaña rusa que parece infinita, porque cuando algunos países empiezan a contener las infecciones en otros se mantienen claramente al alza. Así, mientras Reino Unido le pone fecha al fin de las mascarillas —en parte como cortina de humo de los problemas políticos de su primer ministro—, Alemania acaba de alcanzar la incidencia acumulada semanal más alta, que por primera vez supera los 600 casos por 100.000 habitantes en siete días. Además, nunca en un solo día había sumado más de 100.000 positivos. Este miércoles llegó a 112.323 y no espera el pico hasta mediados de febrero.

Incluso Italia, que mantiene el nivel de infecciones relativamente controlado, con incrementos de en torno al 3 %, en la última semana registró 2.266 fallecidos, un 50 % más que la semana anterior.

Países más pequeños tienen situaciones bastante más complicadas. Portugal, que en diez días celebrará elecciones, marcó ayer nuevo récord con 56.426 positivos y tiene la incidencia acumulada a 14 días en 4.490 casos. Y Chequia, con apenas diez millones de habitantes, también registró un nuevo máximo, con 30.678 contagios.

El propio director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, volvió a insistir ayer en que la pandemia del covid-19 sigue siendo «una emergencia de salud pública internacional» y advirtió sobre «el riesgo de declaraciones demasiado optimistas».