
La «influencer» visitó el programa de Bertín Osborne, donde relató su vida: «Al principio pensaba que mi marido era gay»
03 abr 2022 . Actualizado a las 16:28 h.La influencer María Pombo, de 28 años, fue la invitada de Bertín Osborne en el programa Mi casa es la tuya. Acompañada de su marido, Pablo Castellano, con el que lleva casada tres años, además de cuatro más de novios, María se sentó en el sofá de Bertín donde relató su enfermedad (padece esclerosis múltiple), lo mala estudiante que fue de pequeña y lo unida que está a su familia. Su padre, su madre, sus dos hermanas y su hijo Martín, de tan solo un año, se sentaron también en la mesa con la pareja y el presentador y allí descubrieron distintas curiosidades de María, como que de niña intentó falsificar la firma de su madre en las notas.

María, que ahora tiene más de dos millones de seguidores en Instagram, explicó a Bertín cómo conoció al que hoy es su marido. «Al principio nos caímos fatal los dos, además todo el mundo pensaba que Pablo era gay porque uno de sus mejores amigos es el actor Fernando Tejero». «Sí, sí —respondió Pablo—, de hecho lo pensaban todos mis amigos».
«Después —dijo María— ya supe que tenía una exnovia y me puse contentísima. Se lo fui a contar a mi padre porque él sabía parte de la historia. Pablo y yo tenemos carácter, pero encajamos enseguida, yo me sentía muy cómoda con él, charlábamos mucho, se preocupaba por mí y me hacían sentir bien. Yo no estaba acostumbrada a ese trato porque hasta entonces mis otros novios había sido siempre los 'importantes'. Pablo fue la primera persona que creyó en mí», expresó la influencer, que por aquel entonces vivía una relación con el futbolista Álvaro Morata. María se marchó un tiempo a Italia con el jugador, pero Pablo ya le anunció que su historia no tenía futuro y que él la esperaría porque algún día iba a ser su mujer. «Lo tenía claro —contó María—, teníamos una coña con las vacas, y él me dijo que me dejaba en paz, pero que si algún día rompía mi relación que solo le enviara un emoticono de una vaca y que así él ya sabría que podía volver a llamarla».
Efectivamente, poco después, la historia de Pombo y Morata acabó en fracaso. «Con mi ex no me sentía valorada, nos peleábamos un montón, teníamos movidas... Así que cuando me volví a España, le mandé una foto mía a Pablo con una vaca detrás y ya [...], me quité esa espinita y descubrí que quien pensaba que era mi gran amor no lo era [...] Yo ya tenía a Pablo en la cabeza y hasta hoy», expresó la influencer.