Así fue la boda de Jennifer Lopez y Ben Affleck: todos de blanco, vestido de Ralph Lauren y tres días de fiesta con cerdo y pollo

Martín Bastos

SOCIEDAD

Mike Blake | REUTERS

La novia lució un diseño con cola y velo en la espectacular finca que el actor posee en Georgia; no asistieron ni Casey Affleck, hermano del novio, ni los ex de los contrayentes

22 ago 2022 . Actualizado a las 21:57 h.

Jennifer Lopez y Ben Affleck celebraron por fin su gran boda por todo lo alto. La fiesta en la mansión que el actor tiene junto al río North Newporth, en Savannah, el estado de Georgia, ha sido muy distinta del enlace privado que protagonizaron en julio en Las Vegas, de carácter más íntimo. En esta ocasión reunieron a sus familiares y amigos durante tres días, y lo apostaron todo al blanco, como si fuera en enlace al estilo ibicenco. Porque los invitados, tanto ellas como ellos, asistieron a la ceremonia con estilismos de este color. También lo hizo la novia, que lució un espectacular vestido de Ralph Lauren, con cola con volantes (un toque bastante flamenco, por cierto) y con un delicado velo de dimensión considerable; un diseño de corte sirena, con manga corta, escote redondo y espalda al descubierto. El novio vistió un esmoquin con chaqueta blanca (él también), pero rompió el patrón general de outfits con sus pantalones negros. 

Los contrayentes posaron para una sesión de fotos en el muelle de la finca privada y se retrataron tanto en pareja como con sus hijos: los mellizos Emme y Max (de JLo y Marc Anthony), y Violet Seraphina y Samuel (los que tuvo Ben Affleck con la actriz Jennifer Garner). Según el portal Extra, Ben Affleck les dijo a los asistentes: «Estamos haciendo nuestra unión verdaderamente oficial y celebrando el amor que nos tenemos».

El gran ausente fue Casey Affleck, hermano de Ben. Al parecer, el actor no pudo acudir a la celebración debido a «sus obligaciones familiares». Casey es padre de Indiana, de 18 años y de Atticus, de 14, vástagos que tuvo con su ex Summer Phoenix. Sí asistieron al enlace Matt Damon y su mujer; el director Kevin Smith, la estrella televisiva Jimmy Kimmel, la actriz Jennifer Aniston y el agente de estrellas de Hollywood Patrick Whitesell con su pareja, la modelo e intérprete Pia Miller. De hecho, Smith compartió en las redes sociales su look para la ocasión, de blanco, como no podía ser de otro modo, pero con pantalones cortos, muy informal. Pero el realizador señalaba en redes: «Es la ocasión en la que me he vestido más formal desde la primera comunión».

No acudieron ninguno de los ex de los contrayentes. Ni Marc Anthony ni Jennifer Garner estuvieron en Georgia. Al parecer, Garner tenía un compromiso de trabajo en Texas y para Marc Anthony la fecha también era inoportuna, porque justo finalizaba su gira por Europa.

El maestro de ceremonias fue Jay Shetty, un británico de ascendencia india que se dedica al coaching de celebrities americanas y que fue monje hindú. Se instaló para la ocasión en la finca de Affleck una gran carpa con sillas blancas, elegantemente decorada con flores del mismo color. Se instalaron mesas en el muelle junto al río y también se habilitó un espacio para fuegos artificiales y para las actuaciones musicales en vivo previstas para la jornada. Según la publicación Hello Magazine, el menú de la cena nupcial habría incluido un plato de cerdo con arroz y verduras, para recordar las raíces portorriqueñas de la novia, y también pollo y macarrones con queso, típicos en Georgia. Tampoco faltó otro clásico estadounidense: la barbacoa. El Daily Mail ha publicado que incluso se instaló una campana en la finca para que sonaran campanas de boda el día señalado. Se calcula que todo ha costado unos siete millones de euros.

El susto del fin de semana vino a cargo de la madre del contrayente. Chris Anne Boldt se cayó de una terraza y sufrió un corte en una pierna, por lo que tuvo que ser trasladada a urgencias para recibir atención médica. Después de varios puntos de sutura pudo estar presente en la ceremonia y ejerció de madrina, aunque en silla de ruedas.

Atrás queda la boda que la pareja canceló en el 2003. Los Bennifer siguen empeñados en demostrar que las segundas partes no son necesariamente peores que las primeras más allá de la cincuentena (la cantante tiene 53 años y el actor acaba de cumplir 50). 

En su boda de Las Vegas, Jennifer Lopez había optado por dos vestidos, uno de Alexander McQueen y otro de Zuhair Murad. Entonces JLo indicó que había sido el enlace soñado, «el mejor posible», porque celebraba «el amor real». Después viajaron a París y celebraron una cena romántica cerca de la Torre Eiffel. Pero está claro que la pareja tenía una fiesta pendiente con sus allegados y así la han organizado, con una duración de tres días, puesto que el viernes ya ofrecieron bebidas y postres a invitados a los que se les pidió un atuendo informal. El sábado fue el gran día y este domingo ofrecieron a los asistentes un brunch. Para recuperarse de tantos festejos y emociones, los invitados también dispusieron de un servicio de spa, con masajes incluidos en la oferta. Los más aventureros pudieron pasear en quad para ver los paisajes de la zona en excursiones organizadas por los anfitriones.

El matrimonio no ha estado exento de polémicas y chascarrillos. Primero ocasionó sorpresa la célebre cláusula en la que Affleck se comprometía a mantener relaciones sexuales con su esposa cuatro veces a la semana, como mínimo. También generó controversia el hecho de que la artista decidiera adoptar el apellido de su marido para pasar a llamarse «señora Jennifer Lynn Affleck», como apuntó ella misma, ya que esta decisión fue muy criticada desde el movimiento feminista estadounidense, que consideró el cambio como un mal ejemplo para las fans de JLo.