
El viento y la lluvia han esculpido numerosas figuras animales en las rocas graníticas de una montaña situada en el litoral mariñano, y que ofrece unas vistas espléndidas sobre el entorno del faro Roncadoira o la isla de Sarón
01 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Varios osos y tortugas, una foca, un tiburón e incluso un rinoceronte son algunas de las numerosas figuras animales que la imaginación permite encontrar a quien visita en calma, y dejándose seducir por los sentidos, la cima del monte Castelo de Xove. Un paraje único situado junto al mar, a 134 metros de altura sobre él, y en cuyas abundantes rocas graníticas el viento y la lluvia se han ocupado de dibujar durante siglos cavidades y formas caprichosas. Parte de ellas dan forma a un curioso zoológico de piedra que el Concello de Xove ayuda a conocer e interpretar en un panel informativo ubicado en la cumbre, y en el que aparecen señaladas las coordenadas para localizar las figuras más significativas.
Situado cerca del cabo Morás y el faro Roncadoira, en cuyas inmediaciones crecen parte de los mejores percebes que produce el Cantábrico, el monte Castelo regala al visitante una espléndida panorámica que se abre al mar a través de una interesante vegetación, formada por matorrales bajos, tapizados de toxos y breixos, así como de pastizales que se alternan con zonas de árboles. Un espacio natural considerado como Zona de Especial Protección de los Valores Naturales de Red Natura 2000, y cuyos acantilados han sido declarados como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) y Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA).
La montaña ofrece además varios miradores interesantes, como el banco «de Nacente», ubicado en la orilla oriental del monte, por donde nace el sol, y que permite contemplar el amanecer por detrás de los acantilados de Morás y la isla de Sarón, además de una imagen a vista de pájaro sobre las vecinas ruinas de San Tirso de Portocelo, donde hay un castro y vestigios de uno de los primeros asentamientos cristianos de Galicia.
En la ladera occidental, por donde se pone el sol, se encuentra el banco «de Poñente», que muestra una increíble estampa del atardecer. «El sol se despide detrás de un horizonte recortado por los islotes Os Netos y Estaca de Bares, la punta más septentrional de España y donde se produce la mágica unión entre el mar Cantábrico y el océano Atlántico», señalan en el portal turístico de Xove.
La Pena Sombreireira
Y casi como por arte de magia, el caminante halla en este entorno la Pena Sombreireira: una roca en forma de sombrero, de ahí su nombre, emplazada en la ladera oriental del monte, cerca de la cima, donde hay una pequeña cueva en la que se protegían del mal tiempo los niños de la parroquia de Vilachá que cuidaban el ganado en la zona. «Graciñas ás persoas que nos ensinaron os topónimos que usaban vencellados directamente coas súas labouras diarias e que se estaban esquecendo. Non deixemos de usalos para que cheguen ata as seguintes xeracións. Pena Sombreireira, Pena Cabaleira, Pena dos Encantos, Pena Sargadelos, Penas dos Percebes, Pena do Golpe...», subraya uno de los cuidados paneles informativos de la Senda Costeira de Xove. Un sendero tan desconocido como espectacular.
Situación
El monte Castelo de Xove está a 14 kilómetros de Viveiro. En O Cruceiro (LU-862), hay que girar a la izquierda (LU-2607) y luego tomar el vial que va al faro. Está bien indicado.