El informe del 2022 constata que hubo más de 16.000 muertes en el continente por las olas de calor
19 jun 2023 . Actualizado a las 18:50 h.Los peores presagios se han confirmado. Según el informe sobre el Estado del clima en Europa en 2022, el continente se está calentando desde la década de los 80 el doble que la media mundial. El año pasado —según el documento elaborado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Servicio de Cambio climático de Copernicus de la UE— la temperatura de Europa estuvo 2,3 grados por encima de la media preindustrial (1850-1900), que es la referencia tomada para el Acuerdo de París sobre el clima.
Se sabe ya, pues, que el 2022 fue el año más cálido en Europa desde que existen registros, y estuvo marcado por el calor extremo, la sequía y los incendios forestales, «huella patente», según los expertos, del cambio climático. Además, el documento alerta de que en este escenario climático en el continente se podrían registrar preocupantes aumentos porcentuales de las temperaturas extremas por encima de los 40 grados, así como del número de días seguidos sin precipitaciones.
Además, las olas de calor que azotaron Europa a lo largo de 2022 provocaron 16.300 muertes en un año, y para países como Alemania, Bélgica, España, Francia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Portugal, Reino Unido y Suiza fue el año más cálido de su historia. «El estrés térmico sin precedentes que sufrieron los europeos en 2022 fue uno de los principales causantes del exceso de muertes relacionadas con el clima en Europa —explicó el director del C3S, Carlo Buontempo—. Por desgracia, esto no puede considerarse un hecho aislado o una rareza del clima. Nuestro conocimiento actual del sistema climático y su evolución nos indica que este tipo de fenómenos forman parte de una pauta que hará que los casos extremos de estrés térmicos sean más frecuentes y más intensos en toda la región». Otro de los datos que llama la atención es el del calentamiento de la temperatura de la superficie del mar en el Atlántico, que batió un nuevo récord, así como las olas de calor marinas, que tienen por sí mismas un gran peligro para los ecosistemas.
Sobre las precipitaciones, indica el informe que en gran parte de la región fueron inferiores a la media en 2022, que fue el cuarto año de sequía consecutivo en la Península Ibérica y el tercero en la regiones montañosas de los Alpes y Pirineos. Los glaciares europeos perdieron unos 800 kilómetros de metros cúbicos de volumen de hielo entre 1997 y 2022, y los Alpes fueron los más afectados ya que la reducción media del espesor de hielo es de 34 metros.
Según los datos de EM-DAT, los riesgos meteorológicos, hidrológicos y climáticos —tormentas, inundaciones, incendios forestales, corrimientos de tierras y temperaturas extremas— afectaron directamente a 156.000 personas. El 67 % de los sucesos estuvo relacionado con inundaciones y tormentas, que representaron la mayor parte de los daños económicos totales, cuya factura ascendió a 2.130 millones de dólares (1.944 millones de euros al cambio actual).
«Para el planeta no es un problema si nosotros nos extinguimos»
La paleoclimatóloga holandesa Ellen Thomas no es nada optimista frente al calentamiento global, que es un desafío, ante todo, para los seres humanos, porque «para el planeta no es ningún problema» si nosotros nos extinguimos. Thomas y el estadounidense James Zachos han logrado este año el Premio BBVA Fronteras del Conocimiento en Cambio Climático por descubrir que hace 56 millones de años se produjo un episodio efecto invernadero que ofrece analogías con el actual cambio climático generado por el ser humano.
Experta en micropaleontología marina en la Universidad de Yale (EE.UU), Thomas (1950) señaló a Efe que está «muy preocupada» con la actual crisis climática, e insiste en que «no hay ninguna duda de que este período de cambio climático está debido a lo que hacemos como seres humanos». Para ella no hay otra opción que la resiliencia. «Una de nuestras esperanzas es intentar ajustarnos a vivir en un mundo distinto debido al cambio climático».