Trasplantan riñones de cerdo a un paciente en muerte cerebral y consiguen que funcionen

María Viñas Sanmartín
María Viñas REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

STEVE WOOD / Universidad de Alabama

Los órganos, modificados genéticamente, fueron capaces de fabricar orina y depurar creatinina, un desecho generado por los músculos

16 ago 2023 . Actualizado a las 22:13 h.

Un equipo clínico estadounidense ha trasplantado con éxito riñones de cerdo a un hombre de 52 años en muerte cerebral con insuficiencia renal crónica. Los órganos procedían de animales que habían sido modificados genéticamente para que el sistema inmune del paciente no los rechazase y, al menos durante los siete días posteriores a la intervención, resultaron funcionales, siendo capaces de fabricar orina y de depurar creatinina —un desecho generado por los músculos—. Los resultados confirman los xenotrasplantes —trasplantes de animales a humanos— como una opción viable frente a la escasez de órganos de donantes.

«El avance clave en este caso es la eliminación de cuatro genes porcinos, que antes suponían una barrera para el éxito de los trasplantes entre especies, y la inserción de seis genes humanos, que evitan la coagulación y ‘humanizan' el riñón del animal», explica Toby Coates, director de Trasplantes del Hospital Real de Adelaida, en Australia. Los órganos comenzaron a funcionar inmediatamente y durante una semana —el período fijado para el estudio— no mostraron signo alguno de rechazo, tal y como confirmaron biopsias y análisis de sangre. Además, cumplieron su cometido: filtrar. «La creatinina es un producto de descomposición de la creatina procedente del metabolismo muscular y proteico —detalla Roger Lord, profesor titular de Ciencias Médicas en la Australian Catholic University—. Su medición es un indicador de la función renal y de la capacidad de depurar los desechos de la sangre». Otro indicador de la función renal normal fue la ausencia de indicios de formación de coágulos sanguíneos microscópicos en los riñones xenoinjertados.

Hace años que el xenotrasplante empezó a considerarse una alternativa a la grave escasez de órganos humanos disponibles para reemplazar partes del cuerpo no funcionales. Históricamente, estas intervenciones han fracasado, en gran medida debido al rechazo hiperagudo tras la cirugía, incluso con el uso de fármacos inmunosupresores para controlar el proceso. Aunque se encuentra en su fase inicial, este estudio piloto, liderado por Jayme Locke, de la Facultad de Medicina Heersink de la Universidad de Alabama, Birmingham (EE.UU.), ha dado con la tecla al modificar el órgano animal genéticamente, ofreciendo esperanzas a cientos de miles de personas en diálisis que podrían beneficiarse de este tipo de solución. Los resultados amplían otro trabajo pionero en humanos realizado por los mismos investigadores que fue dado a conocer en enero del 2022.

37 litros de orina en 24 horas

«Ha sido realmente extraordinario ver la primera demostración preclínica de que unos riñones de cerdo modificados adecuadamente pueden proporcionar una función renal normal y vital a un ser humano de forma segura y con un régimen de inmunosupresión estándar», ha resumido la cirujana Jayme Locke. «En las primeras 24 horas, estos riñones produjeron más de 37 litros de orina, fue algo realmente extraordinario», ha añadido.

El trasplante, que se publicó este miércoles en la revista JAMA Surgery, se llevó a cabo utilizando el «modelo Parsons», un modelo preclínico de muerte cerebral humana desarrollado por la Universidad de Alabama para evaluar la seguridad y la viabilidad de los xenoinjertos. Lleva el nombre de Jim Parsons, un donante cuya familia cedió su cuerpo para investigar y que permitió realizar el primer xenotrasplante porcino.