El bosque mágico de Frades

SOCIEDAD

XOAN A. SOLER

La Fraga do Petón, en Galegos, permite perderse entre robles y castaños con el sonido de fondo del arroyo que lo recorre; un espacio natural, con el complemento histórico de un pazo que fue de la familia Linares Rivas

23 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Se llama Fraga do Petón, un nombre que recuerda las canteras que en el pasado proporcionaron la piedra del país con que se construyeron buena parte de las casas del entorno. Está en el municipio de Frades, en la parroquia de Galegos, y es un bosque mágico. A escala humana: son dos hectáreas para perderse en la cuidada naturaleza de sus robles y castaños, donde el silencio solo lo rompen el agua del arroyo que lo recorre y la fauna que ha hecho de la fraga su casa. Aquellos terrenos formaban parte del cercano pazo de Galegos, que perteneció a la familia Linares Rivas hasta su cesión a la congregación de monjas doroteas que llegaron al pazo en 1964. Unas monjas cuya labor social transformó la parroquia y que fueron entregando a la Asociación de Vecinos Río Samo el bosque en sucesivas fases, la última de ellas, en el año 2020.

Y los vecinos de Galegos han sabido responder a esa donación altruista. En el año 2013 abrieron las sendas por medio de la fraga, e intervinieron lo mínimo imprescindible para no desvirtuar un espacio natural que no necesita de retoques humanos. Solo barandillas de madera, algunos escalones y algún pequeño puente para salvar el cauce fluvial. Del cuidado de la Fraga do Petón, que en su día contó con ayudas del Concello de Frades y de la Diputación de A Coruña para ser lo que es hoy, se encargan ellos mismos. Comentan desde el colectivo Río Samo que cada año se unen los vecinos para limpiar todo el espacio natural, y llegan a reunir más de 15 desbrozadoras. Se nota que es un trabajo hecho con esmero, porque su estado invita a realizar un completo recorrido por su red de caminos. Es un bosque que merece una visita siempre, porque en cada estación cambia de color, y no es de extrañar que la Mancomunidade de Ordes lo hiciese protagonista en una de las rutas de su programa Os lugares do paraíso, un proyecto para difundir el patrimonio histórico, natural y gastronómico de la comarca, explica César Gómez.

 Es un lugar para desconectar, a medio camino entre Ordes y Ponte Carreira (Frades), con una excepción: el 25 de julio la parroquia celebra la Virxe do Carme, y el campo de la fiesta (también cedido a la parroquia por las doroteas) está anexo a la fraga, en su parte superior.

Al encanto natural de la Fraga do Petón, Galegos une otro atractivo para el visitante: el cercano pazo que perteneció a los Linares Rivas, donde el 15 de abril de 1690 durmió la reina Mariana de Neoburgo (esposa del rey Carlos II), en su viaje de A Coruña a Santiago. El inmueble fue cedido por Rosario, hija del que fue alcalde de A Coruña Maximiliano Linares Rivas, a la congregación religiosa en julio de 1966. La labor social que realizaron las llevó a abrir una escuela en un anexo a la construcción señorial, que llegó a reunir un centenar de alumnos en sus tres aulas hace medio siglo, con comedor para 40 chavales e incluso con un pequeño internado.

Y esa apertura del pazo de Galegos continúa: el local construido para escuela, sirve ahora para acoger actividades como gimnasia de mantenimiento y pilates.

Acceso

En la CP-3802, de Ordes a Ponte Carreira, se toma un desvío hacia O Pazo.

Superficie

Son dos hectáreas, con senderos que discurren entre robles y castaños.