Adolfo Domínguez insta a convertir Ourense en «la ciudad de las flores»

x. m. r. OURENSE / LA VOZ

SOCIEDAD

Adolfo Domínguez recibe el premio de manos del presidente de la Diputación, Luis Menor
Adolfo Domínguez recibe el premio de manos del presidente de la Diputación, Luis Menor Santi M. Amil

El modisto y escritor recibió el premio Ourensanía en el Teatro Principal

11 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Adolfo Domínguez nunca deja indiferente. Sus proyectos siempre aportan algo nuevo, sea en el mundo de la moda o como escritor, y sus intervenciones consiguen atrapar el interés de sus interlocutores. El modisto y escritor recibió este viernes el Premio Ourensanía en un acto celebrado en el Teatro Principal y junto a los agradecimientos de rigor y las sentidas menciones a sus antepasados, lanzó un novedoso alegato dirigido a las autoridades presentes en el teatro y al público en general: convertir a Ourense «en la ciudad de las flores y de los árboles».

Tras recoger el premio recordó su infancia en su Trives natal, la luz deslumbrante del territorio montañoso, los juegos, la admiración por su hermana y cómo a los dos años estuvo a punto de morir ahogado. «Por eso mis hijas aprendieron a nadar antes que a andar, en el Club Santo Domingo. Yo tenía ese recuerdo de cuando casi me muero en una poza y no quería que eso les ocurriese a ellas», reconoció. Se refirió a sus padres y a su abuela como las personas que influyeron en lo que posteriormente fue su carrera profesional y realizó un recorrido por una ciudad a la que, confesó, profesa un amor especial. El mirador de San Francisco hacia la catedral, el casco histórico, el Liceo, la basílica —«que me gusta más que la de Santiago»— o el ensanche fueron espacios citados en su discurso. También se recreó con especial detenimiento en los parques y jardines: «El botánico es una joyita que no aprovechamos como debiéramos».

«¿Por qué no hacemos de Ourense la ciudad de las flores y le dejamos las luces de neón a Vigo?», señaló antes de dibujar un escenario de futuro con plantas y árboles por toda la ciudad, con brigadas municipales centradas en ese trabajo, jardines colgantes en las medianeras y espacios para crear un ambiente singular que defina a la ciudad del futuro. Como el azahar está vinculado a Sevilla o los jardines y las fuentes a la Alhambra o los patios de Córdoba.

En sus discursos institucionales los presidentes de la Xunta y la Diputación, Alfonso Rueda y Luis Menor, glosaron el carácter de pionero y visionario del premiado. «En Adolfo Domínguez reúnense as facetas do galego artista e o galego empresario. Modisto, escritor e intelectual no sentido amplo da palabra, é unha persoa de pensamentos moi elaborados e personalidade ben marcada», señaló Rueda. El presidente de la Xunta también alabó su faceta como pionero en el mundo de la moda «nos anos gloriosos do sector en Galicia».

Luis Menor destacó el compromiso del premiado con sus orígenes. «Un home caracterizado pola súa sinxeleza que coa súa creatividade, deseño e a súa moda levou o concepto universal da ourensanía polo mundo», aseguró el presidente provincial.

De una modesta sastrería de A Pobra de Trives a cotizar en bolsa

Alejado de la primera línea de lo que es el proyecto empresarial que lleva su nombre —que lidera en la actualidad Adriana Domínguez, una de sus hijas—, Adolfo Domínguez (A Pobra de Trives, 1950) es el modisto gallego más reconocido y premiado. El modisto nació en el piso que estaba encima de la tienda que sus padres abrieron en Trives. Unos años después el proyecto familiar se trasladó a Ourense, inaugurándose entonces la sastrería Faro en la ciudad. En 1974 nacía Adolfo Domínguez e Hijos SL, que dos años después pasa a transformarse en Adolfo Domínguez SA, origen de la firma actual.

Vinculado siempre al taller de la empresa familiar, Adolfo Domínguez se marchó a Compostela a estudiar Filosofía y Letras. Después pasó unos años en París y Londres, donde su acercamiento al movimiento ecologista, el arte y el cine marcaron dicha etapa. Ya incorporado a la firma que lleva su nombre, fue en el año 1984 cuando se lanzó la campaña que ha pasado a la historia de la moda española. De la mano del publicista Luis Carballo nació el lema que aún hoy es objeto de referencia: «La arruga es bella». Era 1984 y la empresa estaba ya en plena expansión internacional. Antes, en 1980, comenzó la apertura de tiendas fuera del país, en 1990 lanzó un perfume propio y en 1997 salió a bolsa.

El diseñador, flanqueado por Alfonso Rueda y Luis Menor, a su llegada al Teatro Principal
El diseñador, flanqueado por Alfonso Rueda y Luis Menor, a su llegada al Teatro Principal Santi M. Amil

Paralelamente a su carrera como modisto, Adolfo Domínguez desarrolló su faceta como escritor y como persona vinculada a proyectos artísticos y culturales. Entre otros al cine, donde participó como productor.

Su novela Juan Griego es la obra que ha marcado su carrera. Años después de publicarla presentó una segunda edición y aseguró entonces que su objetivo pasaba por escribir durante toda su vida la misma obra.

Adolfo Domínguez es el creador de moda más laureado de Galicia. En el año 2019 el Ministerio de Cultura le otorgó el Premio Nacional de Moda. La distinción se vino a sumar a toda una colección de reconocimientos que el ourensano ha recibido a lo largo de su carrera. Entre otros el Aguja de Oro de 1997 o el Lifetime Achievement —otorgado en la Miami Fashion Week—, en reconocimiento a sus logros en el mundo de la moda.

Una nueva etapa marcada por el cambio de fecha y del esquema del acto de entrega

La edición 2023 de la Ourensanía pasará a la historia como la que marcó el cambio de etapa en la trayectoria del galardón. Entre otras novedades, la principal vino marcada por el cambio en la fecha de entrega, pasando del 11 de noviembre —festividad del San Martiño— a hacerse el día anterior. Y en jornada de tarde. Una circunstancia que se dejó notar en el aforo del Principal, con el patio de butacas lleno, la platea con bastante espacio libre y los palcos de los dos pisos superiores vacíos.

El escenario y la simbología institucional también sufrieron cambios. Frente a los montajes realizados expresamente para el acto —en los que primaba la imagen de la Diputación de Ourense y el azul de la bandera de la provincia— en esta ocasión se optó por uno sobrio en el que se proyectaron sobre la pantalla del teatro imágenes relacionadas con el galardonado y el avance del documental que está preparando su hija Adriana Domínguez sobre la trayectoria profesional y vital de su padre. En un lateral tres pequeñas lonas, de arriba abajo del escenario, con la imagen del galardonado y del organismo provincial. También se optó por un nuevo formato de presentación, decantándose por Moncho Conde Corbal —modelo hace décadas del modisto ourensano y amigo de Adolfo Domínguez—.

 De Outumuro a Prego

El galardón nacía de la mano de José Luis Baltar hace años y a lo largo de este tiempo se ha distinguido a Eduardo Barreiros —a título póstumo—, Alejandro Blanco, Victoria Prego, María Neira, Miguel Ángel —el que fuera portero del Real Madrid— o al fotógrafo Manuel Outumuro, entre otros.

El presidente del Parlamento, Miguel Santalices, y el alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, participaron en el acto.