Este tipo de eventos extremos de precipitación solo se producen una vez cada cien años
17 abr 2024 . Actualizado a las 18:23 h.Dubái acaba de registrar un evento de precipitación que se produce una vez cada cien años. Su clima es de tipo desértico y la media anual de lluvia asciende a solo 70 litros por metro cuadrado. Sin embargo, el pasado martes se acumularon 100 litros en 12 horas. En una ciudad tan poco preparada para recibir semejante cantidad de agua, el colapso fue total. El aeropuerto tuvo que interrumpir temporalmente su actividad y los aviones se vieron obligados a aterrizar en unas pistas inundadas.
Según informa el Centro Nacional de Meteorología (CNM) En Emiratos Árabes Unidos (EAU) «el diluvio es un evento excepcional en la historia climática de EAU». Los meteorólogos destacan que el pico se observó en el emirato de Al Ain, donde las alcanzaron los 254 litros en menos de 24 horas. Pese a los grandes destrozos provocados por las inundaciones, el CNM destacó que las fuertes lluvias «contribuyen a aumentar las reservas de agua subterránea del país».
Detrás de este episodio extremo está la combinación de varios factores. Desde el punto de vista atmosférico cabe destacar la influencia de un sistema de bajas presiones de tipo estacionario. Es decir, un ciclón cargado de humedad tropical quedó bloqueado y se tomó más tiempo de lo normal para descargar agua.
Un segundo factor fue una tormenta de arena que aportó núcleos de condensación que facilitaron la precipitación. En este mismo sentido, se está debatiendo sobre el papel que pudo haber jugado la siembra de nubes. Dubái recurre de manera frecuente a esta técnica artificial para producir lluvia usando drones. Consiste en depositar yoduro de plata en las nubes para aumentar el tamaño de las gotas y que caigan por su propio peso.
Sin embargo, este recurso únicamente puede aplicarse a determinadas nubes, medias y altas, y no suele causar ningún efecto sobre grandes sistemas atmosféricos como una borrasca y un huracán, cuyas dimensiones alcanzan los miles de kilómetros. Por ello, algunos científicos dudan de que haya podido influir. Aunque sí es cierto que justo cuando el ciclón atravesó la región, el cielo contenía grandes cantidades de partículas naturales y artificiales. La comunidad científica ya ha anunciado que investigará este suceso para esclarecer la causas. Si se confirma que la siembre de nubes intervino de alguna manera sería un claro aviso del peligro que supone la geoingeniería.
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Más humedad en la atmósfera
Por otra parte hay que entender este episodio en un contexto de cambio climático. El aumento de la temperatura media global calienta la atmósfera y, como consecuencia, retiene mayor cantidad de humedad. De esta forma, aumentan los eventos de precipitación extrema. Esto es algo que se está viendo en todas las partes del planeta.
Por ejemplo, California, que lleva años sufriendo los efectos de una potente sequía, ha conseguido aumentar notablemente el nivel de sus embalses tras el impacto de varios ríos atmosféricos que transportaron humedad tropical del Pacífico hacia la costa oeste de Estados Unidos. Las lluvias extremas dejaron registros históricos de agua y provocaron importantes inundaciones.
La influencia de los ríos atmosféricos también es algo que está alterando el patrón de precipitación en Galicia. Ahora resulta más frecuente que un frente que recibe una inyección extra de humedad tropical procedente del Caribe o el golfo de México inunde una ciudad gallega en cuestión de horas.