Los oncólogos ven irresponsable que Elle Macpherson rechazase la quimioterapia

De «irresponsables» tachan los oncólogos las declaraciones de la supermodelo Elle Macpherson, que este martes reveló a la revista Australian Women's Weekly, con motivo del lanzamiento de sus memorias, que hace siete años decidió renunciar a la quimioterapia tras haber sido diagnosticada de cáncer de mama. Desoyendo el consejo de hasta 32 expertos, optó por tratar la enfermedad con un enfoque exclusivamente «holístico», añade la publicación. Eva Pérez, oncóloga del Chuac, apela a la prudencia. «Lo que le ha pasado a ella a lo mejor no es representativo de lo que le pasaría a otra mujer. Ojalá no recaiga nunca y ojalá le vaya bien, pero seguramente, a priori, tiene más riesgo que cualquier persona que ha hecho un tratamiento estándar avalado científicamente».

«Falta información —advierte, por su parte, la cirujana de mama Julia Rodríguez—. Ella ha dicho que en el 2017 le diagnosticaron un carcinoma intraductal, que es una lesión con células malignas, pero no es un cáncer de mama. Es una lesión premaligna, que se trata con cirugía, pero nunca con quimioterapia. Por eso creo que falta información. Y el peligro es que este tipo de celebridades, famosas, influencers y demás tienen un alcance tal que es importante que den bien la información, porque llevan a confusión a la gente».

¿Qué es lo que ha trascendido? Que a los 53 años Elle Macpherson fue diagnosticada de un carcinoma intraductal con receptor de estrógeno HER2 positivo, que se sometió a una lumpectomía —una operación para extraer el tumor— y que sus médicos le habrían recomendado una mastectomía, radioterapia y quimioterapia, una terapia hormonal posterior y, finalmente, la reconstrucción de la mama. Tras una sesión de meditación en una playa de Miami, la modelo, abiertamente declarada antivacunas, decidió seguir un «enfoque holístico, intuitivo y guiado por el corazón» y alquiló una casa en Phoenix, donde se recluyó durante ocho meses junto a un médico especializado en medicina integrativa —que combina la convencional y la natural—, un naturópata, un dentista holístico, un osteópata, un quiropráctico y dos terapeutas.

«Hoy en día muchísimas pacientes acuden a terapias alternativas y los médicos estamos siempre de acuerdo, siempre y cuando no sustituyan o no influyan en los tratamientos —comenta Rodríguez, coordinadora de la unidad de mama del Hospital HM Modelo—. La oncología integrativa existe, es una aproximación individualizada al paciente. Actualmente hay mucha información y se busca el bienestar de la paciente siempre. No creo que sean excluyentes, no deben serlo». Eva Pérez coincide en que ningún oncólogo se opone hoy a un enfoque multidisciplinar de atención al cáncer, poniendo en valor tanto el ejercicio físico como la nutrición y la atención psicológica, pero insiste en que estos abordajes siempre deben ir acompañados de tratamientos que hayan demostrado un beneficio claro.

Miedo a la quimio

Cáncer no es sinónimo de quimioterapia. Hay otras opciones terapéuticas, apuntan ambas expertas, y a día de hoy las plataformas genómicas son capaces de cuantificar el beneficio de un tratamiento de quimioterapia en cada caso concreto, por lo que la paciente decide someterse o no a él con una información muy precisa. «Hoy las enfermas que van a quimioterapia son aquellas que verdaderamente lo necesitan. Previamente se agotan todas las otras posibilidades», asegura la oncóloga del Chuac. Desde las sociedades científicas de cáncer de mama recuerdan, además, que el enemigo es el cáncer, no el tratamiento.

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