A la ceremonia religiosa, celebrada en la iglesia de Santa María de Cambre, asistieron numerosos amigos, familiares y representantes de la sociedad gallega
14 sep 2024 . Actualizado a las 18:36 h.A la una de la tarde de hoy se casó, en la iglesia de Santa María de Cambre, Amparo Arnott Jove, hija de la empresaria y mecenas gallega Felipa Jove y de su marido, Javier Arnott, gerente de Prosaga. Amparo, de 26 años, contrajo matrimonio con Iago González, hijo de Claudio González y Anabel Fernández, de Ancla abogados, con el que llevaba tiempo de relación. La nieta del empresario Manuel Jove, ya fallecido, y de Amparo Santos entró en la iglesia del brazo de su padre luciendo un diseño con mangas abullonadas cerradas en un puño y y un cuerpo de escote cuadrado con bordados en el centro y ceñido en la cintura. Del pelo, recogido en un moño con dos trenzas a los lados, salía un sencillo y vaporoso velo.
La presidenta de la Fundación María José Jove y copresidenta de la Corporación Inveravante eligió un elegantísimo y original vestido en color verde, con forma de capa desde los hombros, con melena suelta. La madre del novio escogió también un vaporoso traje en color rojo fuerte, que se unía en el cuello con una capa de gasa del mismo color que el vestido. El novio, al igual que el padrino y su padre, eligió un chaqué, en su caso con chaleco en gris y corbata oscura. Muy sonrientes, y con el ramo en la mano haciendo un gesto de «ya estamos casados», Ampi y su ya marido fueron jaleados a la salida de la iglesia por todos los amigos y familiares.
Nacida en A Coruña el 11 de septiembre de 1998, la novia, que tiene el mismo nombre que su abuela materna, es la única hija del matrimonio Arnott-Jove. Estudió en el Colegio Internacional Eirís y su formación solidaria, enfocada a los niños, ha hecho que haya estado trabajando siempre en proyectos relacionados con los más pequeños, como en el hospital Materno de A Coruña, donde ha estado vinculada profesionalmente ayudando a los niños enfermos en el aula infantil. Amante de los animales, especialmente de los perros, Amparo, a quienes los íntimos llaman Ampi o Amparito, participa de la misma discreción que su madre, que hoy, como es lógico, se mostró emocionada y feliz en el enlace de su única hija. Entre los invitados a la ceremonia religiosa, y al posterior banquete, que se celebró en un pazo del concello de Culleredo, además de familiares y amigos, asistieron numerosos representantes de la sociedad gallega, especialmente del ámbito médico, financiero y empresarial.