La Justicia europea anula la multa de 1.500 millones de Bruselas a la plataforma publicitaria de Google

Olatz Hernández MADRID / COLPISA

SOCIEDAD

Andrew Kelly | REUTERS

El Tribunal General de la Unión Europea concluye que la Comisión Europea «cometió errores» en su investigación y anula completamente la medida, una decisión que puede ser recurrida ante el TJUE

18 sep 2024 . Actualizado a las 10:21 h.

La Justicia europea ha anulado este miércoles una multa de 1.500 millones de euros que impuso la Comisión Europea a Google. El Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) ha concluido que la institución «cometió errores» en el proceso y que «falló» a la hora de tomar en consideración «circunstancias relevantes relevantes». El alto tribunal «confirma» la mayoría de las conclusiones del Ejecutivo comunitario, pero anula finalmente la sanción impuesta a la plataforma de publicidad AdSense de Google. Esta decisión podrá ser recurrida ante el TJUE.

La compañía tecnológica lleva operando con AdSense desde el 2003. Esta plataforma sirve como intermediario en la publicidad online y permite a los publicistas y a las páginas web con motores de búsqueda mostrar anuncios vinculados con sus búsquedas en línea. En el 2016, la Comisión Europea inició una investigación tras numerosas quejas de distintas compañías relativas a distintas cláusulas de Google AdSense que «podrían excluir a sus competidores». En el 2019, Bruselas confirmó sus sospechas y constató que Google había cometido tres infracciones distintas a lo largo de una década por lo que le impuso una multa de 1.500 millones de euros.

Con la sentencia de este miércoles, el Tribunal General confirma la mayoría de las conclusiones de la Comisión, pero asegura que la institución «cometió errores al apreciar la duración de las cláusulas controvertidas, así como el mercado cubierto por ellas». Además, apunta que Bruselas «no ha demostrado que las tres cláusulas constituyeran un abuso de posición dominante».

Más concretamente, señala que no se ha demostrado que estas cláusulas «hubieran podido disuadir a los editores de abastecerse de intermediarios competidores de Google o que hubieran sido capaz de impedir que dichos competidores accedan a una parte significativa del mercado de búsquedas en línea». Por todo ello, anula la decisión del Ejecutivo comunitario en su totalidad.