Estocolmo acogió la ceremonia de entrega de los Premios Nobel

La Voz ESTOCOLMO / EFE

SOCIEDAD

Diez hombres y una sola mujer, la escritora surcoreana Hang Kang, recibieron los galardones de manos del rey Carlos Gustavo de Suecia

11 dic 2024 . Actualizado a las 09:21 h.

El rey Carlos Gustavo de Suecia entregó este martes los Premios Nobel a diez hombres y una sola mujer, la novelista surcoreana Han Kang, en una ceremonia que se celebró, como cada año, el día en que falleció el creador de estos galardones, Alfred Nobel. La Sala de Conciertos de Estocolmo fue el escenario en el que el rey hizo entrega de la medalla, el diploma y el certificado monetario que acredita a los nuevos nobel de Medicina, Física, Química, Literatura y Economía.

El Nobel de la Paz, que este año fue para asociación japonesa Nihon Hidankyo, de supervivientes de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, se entregó unas horas antes en Oslo, tal y como estableció en su testamento Nobel, que falleció el 10 de diciembre de 1896 en la localidad italiana de Sanremo.

La organización antinuclear japonesa alertó al recibir el premio del aumento de la amenaza para acabar con el «tabú nuclear» e instó a trabajar por la eliminación de las armas atómicas en el mundo. «Estoy infinitamente apenado y furioso de que se amenace con romper el tabú nuclear», dijo el copresidente y secretario general de Nihon Hidankyo, Terumi Tanaka, quien señaló a Rusia por insinuar su posible uso en Ucrania y a Israel, en Gaza.

La intensa prosa poética de Han Kang, que enfrenta traumas históricos y expone la fragilidad de la vida humana, le ha dado a la escritora el Nobel de Literatura. El fallo de la academia habla de la elección de la autora de La vegetariana por «su intensa prosa poética, que se enfrenta a traumas históricos y expone la fragilidad de la vida humana».

Kang recogió el premio mientras su país vive una tensa situación después de que el pasado martes el presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, activara la ley marcial, medida que generó una fuerte oposición y que levantó la Asamblea Nacional, lo que forzó al ejecutivo a retirarla horas después.

En la categoría de Física, recogieron el galardón John Hopfield y Geoffrey Hinton, por sus descubrimientos para el aprendizaje de las máquinas a través de redes neuronales artificiales. «El trabajo de los galardonados ya ha sido de gran utilidad. En física, utilizamos redes neuronales artificiales en una amplia gama de áreas, como por ejemplo en el desarrollo de nuevos materiales con propiedades específicas», afirmó la presidenta del Comité Nobel de Física, Ellen Moons. El diseño computacional de proteínas le vale una mitad del Nobel de Química a David Baker, y la otra la comparten Demis Hassabis y John Jumper por predecir la estructura de las mismas.

Víctor Ambros y Gary Ruvkun comparten en galardón de Medicina por el descubrimiento del microARN, cuyas aplicaciones prácticas están estrechamente relacionadas con la salud. «En algunas enfermedades, el microARN puede ser realmente un importante agente impulsor de la patología», explica Ambros, que aclara que algunos microARN actúan como oncogenes cuando están mal expresados en las células, al impulsan su proliferación, pero otros actúan de forma opuesta, es decir, promueven la diferenciación celular e inhiben la proliferación.

Por último, el Nobel de Economía fue para Simon Johnson, Daron Acemouglu y James Robinson, por sus estudios sobre cómo se forman las instituciones económicas y políticas y cómo determinan la prosperidad de las naciones y las desigualdades entre ellas.

Los premiados, que con su obra han «conferido el mayor beneficio a la Humanidad», tal y como dejó estipulado Nobel para ser merecedor de los galardones, se llevarán un premio de 11 millones de coronas suecas (976.000 euros/1,1 millones de dólares) a repartir en cada categoría.

La jornada concluyó con una cena de gala a la que asistieron los miembros de la familia real, los laureados y cientos de invitados en el Salón Azul del Ayuntamiento de Estocolmo.