Sanidade pone el foco en la población diana menor de 60 años, especialmente en las embarazadas y los sanitarios. La cita puede reservarse a través de la aplicación Sergas Móbil. Sin estrategia común, el resto de comunidades se arman frente al pico de contagios
10 ene 2025 . Actualizado a las 17:23 h.Son muchos los gallegos que este año se han vacunado de la gripe —aproximadamente unos 779.000—, pero no todos los que, de contagiarse, tienen altas probabilidades de acabar en el hospital. Hablamos de la población diana: los de 60 en adelante, los niños menores de cinco años, las embarazadas, los usuarios y los trabajadores de las residencias de mayores y los centros sociosanitarios, los inmunodeprimidas y sus convivientes —también, los de los ancianos—, el personal de guarderías, los diabéticos y los que padecen enfermedades crónicas, las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado —así como los bomberos y los servicios de protección civil—, los veterinarios y los ganaderos, y los fumadores. Para todos, la Xunta ha ampliado la campaña de vacunación con autocita —se puede pedir a través de la app del Sergas— hasta el 31 de enero.
Lo anunció este viernes el conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez Caamaño, durante su visita al centro de salud de A Estrada, un día después de hacerse público el último informe de vigilancia epidemiológica, correspondiente a los primeros días del 2025. El documento concluye que, aunque las consultas por gripe aumentaron un 30 % en solo una semana, la incidencia es todavía baja, y así seguirá siéndolo, según las estimaciones de Saúde Pública, al menos 15 días más.
Es por esta razón por la que se amplía el plazo, para que los que aún no lo han hecho puedan protegerse de cara al pico de contagios, que se espera para finales de mes. De todos, los colectivos más perezosos están siendo las embarazadas —solo se han puesto la inyección el 36 %— y los sanitarios —la mitad no han pasado por la enfermería—. La vacunación materna reduce drásticamente las visitas a urgencias y las hospitalizaciones de los bebés.
Sin estrategia común, las comunidades se arman frente al pico de contagios
Con algunos servicios de urgencias ya tensionados y sin una estrategia común, cada comunidad ha desplegado su propio plan para mitigar el impacto de la gripe. Los datos publicados este jueves por el Instituto de Salud Carlos III arrojan un crecimiento nacional del 49 % en la incidencia de infecciones respiratorias en atención primaria. De todas, la gripe es la que avanza con más fuerza, pero a un ritmo más lento y menos intenso que el año pasado.
En cuanto a los planes de contingencia autonómicos, tanto Andalucía como Aragón recomiendan la mascarilla en el entorno intrahospitalario, la situación en Asturias, Castilla-La Mancha y Castilla y León sigue siendo la normal y, por tanto, no se han adoptado medidas extraordinarias y Baleares activará 83 camas extra en tres hospitales públicos.
Tensión en Cataluña y Madrid
El Gobierno catalán, por su parte, asegura que la gripe sí se está traduciendo en una mayor presión en las urgencias de sus hospitales, y en Madrid el sindicato de enfermería Satse ha denunciado que las emergencias de la mayoría de los centros médicos públicos, como el Ramón y Cajal, el de Móstoles, el Infanta Leonor y el Gregorio Marañón, están «al límite» o se encuentran «superadas». Fuentes de la Consejería de Sanidad aseguran, sin embargo, que no hay colapso y que el plan de invierno está funcionando.
Murcia está reforzando los dispositivos en función de las necesidades, reorganizando la atención y aumentando plazas; el País Vasco ha abierto ya 282 camas adicionales —podría llegar hasta 508—, ha reprogramado la actividad quirúrgica y ha habilitado áreas de observación y preingreso en las urgencias; y La Rioja ha activado el nivel 2, doblando plazas y disponiendo una unidad Post Alta para agilizar la disponibilidad de habitaciones. En Galicia, de momento, se han instalado 45 camas a mayores. Hay 600 disponibles, por si fuese necesario.