Uxía García, la maestra gallega con discapacidad visual cesada en Canarias: «Para volver a ser funcionaria de pleno derecho tengo que ir a la vía judicial»

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El Gobierno de las islas alega que tiene que ser un juez quien tome la última decisión; «seguiré luchando por esta situación de discriminación», anuncia la docente

23 ene 2025 . Actualizado a las 08:01 h.

Aprobar unas oposiciones, en el caso de Uxía García Freire (Miño, 1996), al cuerpo de maestros en Canarias en el verano del 2024, no siempre es sinónimo de estabilidad. Desde el pasado otoño su estancia en Tenerife se ha convertido en una odisea inesperada cuando la dirección general de personal del Ejecutivo canario la cesó tras declararla «no apta» por su discapacidad visual del 66 %. Una de las consecuencias de la amaurosis congénita de Leber con la que nació y que pertenece al grupo de las distrofias de la retina. Un condicionante que ya se conocía y había sido comunicado cuando se presentó en junio a los exámenes. Ella lo hizo, precisamente, en las plazas reservadas a personas con una discapacidad.

Tras tener que dejar de dar clases de educación especial en el Colegio de Educación Infantil y Primaria Domínguez Alfonso de La Orotava a finales de noviembre, su calendario ya tiene una fecha próxima para reincorporarse a la función docente. Este miércoles se reunión con la directora general de personal del Gobierno de las islas. «Me ha trasladado que la resolución con la incorporación cautelar me llegará esta semana, por lo que mi incorporación será inmediata», comenta la maestra coruñesa desde Tenerife, a donde se trasladó en agosto con su marido y su hijo de dos años.

Asesorada y respaldada por el Consejo Territorial de la ONCE en Canarias -ella es afiliada de la ONCE desde los cuatro anos en la delegación de A Coruña- y por el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi), que el lunes emitió un comunicado en su defensa, sigue en pie con su decisión de ir a los tribunales. Mantiene la demanda por la vía judicial de lo contencioso administrativo contra la inspección médica del archipiélago.

En el fondo, no le dejan otra elección si quiere recuperar los derechos que adquirió después de aprobar las oposiciones. «Ahora, de forma cautelar, me voy a reincorporar, pero como maestra en prácticas. Para ser funcionaria de carrera de pleno derecho tengo que ir a la vía judicial y que un juez dicte sentencia», apunta. Por eso, añade, «seguiré luchando por esta situación de discriminación que sigo viviendo a día de hoy».

Uxía García Freire, de Miño, en el colegio donde comenzó a trabajar en septiembre del 2024 en Canarias
Uxía García Freire, de Miño, en el colegio donde comenzó a trabajar en septiembre del 2024 en Canarias

La razón por la que hay que esperar a la vía judicial se la justificaron este miércoles. «Ellos alegan que la Consejería de Educación no puede nombrarme funcionaria de pleno derecho sin que exista el informe médico favorable de la inspección médica, que depende de la función pública. Por eso hay que ir al juez», incide. 

Según contó a La Voz, el 5 de septiembre del 2024, con los exámenes ya superados y con su plaza asignada desde finales de agosto, la cita la inspección médica canaria. «Me hacen una entrevista en Santa Cruz y, en todo momento, me manifiestan que no tienen conocimiento de personas impartiendo docencia con una visión tan baja. Incluso me dicen que les preocupa que un niño se lance por la ventana y yo no me dé cuenta, cuando en el colegio de La Orotava hay barrotes en todas las ventanas», expuso esta docente de A Coruña. A finales de ese mes, septiembre, le enviaron el informe donde la declaraban no apta.

A su favor cuenta con cuatro informes favorables a nivel educativo. Son el de la Universidade da Coruña (UDC), donde estudió el grado e hizo las correspondientes prácticas; el informe positivo de la inspección educativa de Canarias; el de la directora del colegio de Tenerife donde estuvo de prácticas ya como funcionaria y el del tutor de dicha etapa de adaptación. «Son cuatro documentos a nivel educativo, a los que hay que añadir los informes médicos, el de la Xunta de Galicia, emitido por los médicos que me llevan desde que tengo dos años, y otro más del Sergas», concluye.