Los árboles con hojas finas y raíces poderosas ganan terreno en España debido al cambio climático

Iago Castro-Pérez REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Carballo da casa grande en Loureiro, Lugo.
Carballo da casa grande en Loureiro, Lugo. ALBERTO LÓPEZ

Un estudio explica que en zonas con climas más fríos y húmedos, como Galicia, se está notando una reducción del número de pinos

01 feb 2025 . Actualizado a las 19:32 h.

El fresno o el roble aumentan su número de ejemplares en las regiones más frías y húmedas de España, como puede ser Galicia, mientras que en las más calurosas y secas crece el de alcornoques. Una publicación del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF) y la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) ha demostrado que los árboles con hojas finas y raíces poderosas está ganando terreno en España debido a la situación de cambio climático en la que se encuentra el territorio.

El estudio, publicado en la revista científica Journal of Ecology, ha analizado una muestra de 445.000 árboles durante 25 años en la Península Ibérica. A través de está investigación, se ha constatado que la combinación entre cambio climático y abandono rural está cambiando la distribución de algunas especies que se encuentran en el límite de calor seco y frío húmedo que pueden soportar. «Cada especie de árbol, igual que cualquier animal, puede vivir en un gradiente de temperatura y sequedad determinado y, si se sobrepasa este umbral por encima o por debajo, ya no puede crecer allí», asegura Josep Padullés, autor principal del artículo.

El artículo explica que, en climas secos, las raíces más grandes y gruesas permiten a los especímenes acceder a capas más profundas del suelo para conseguir agua, aunque, añade Padullés, «este rasgo también da ventaja en ambientes fríos». En este tipo de climas, destaca que las hojas finas, presentes en árboles planifolios y caducifolios, son una característica que favorece la supervivencia de los ejemplares, debido a que son más fáciles de producir y tienen mucha superficie con la que captar la luz necesaria para realizar la fotosíntesis.

Tras el análisis de unas sesenta especies a nivel nacional, los datos obtenidos apuntan a que en zonas frías y húmedas, como Galicia, el haya, el fresno y el roble están ganando terreno, mientras que ha disminuido la presencia de ejemplares del grupo de las coníferas como los pinos, con hojas más anchas, debido principalmente al desarrollo de la población de otras especies que antes del incremento de las temperaturas no podían establecerse en este tipo de climas.

Por otro lado, especies con mayor tolerancia a temperaturas cálidas y secas están aumentando su número de ejemplares en territorios españoles con climas cada vez más extremos, como pueden ser el pino carrasco o el alcornoque. En cambio, árboles que ya se encontraban cerca de su límite en estos ecosistemas, asociadas principalmente a bosques de ribera, están disminuyendo su número, como puede ser el aliso común.

Esta expansión de ciertos ejemplares está siendo posible, según el grupo investigador, debido al abandono agrícola y silvícola durante las últimas décadas. Destacan que es el motivo por lo que está habiendo un significativo aumento de la densidad forestal que permite que los bosques españoles se recuperen, aunque con una nueva distribución de especies.

Estos resultados pueden ayudar a prever qué variedades dominarán los bosques españoles en un futuro y, de esta forma, cómo gestionar mejor el territorio. Algunas zonas podrían ser más propensas a tener riesgo de incendios si tienen mayor presencia de árboles que sean más inflamables o podría significar también un cambio o pérdida de la biodiversidad de animales y vegetación.