El rey Juan Carlos, en el funeral de Aga Khan IV en Lisboa

La Voz

SOCIEDAD

MIGUEL A. LOPES | EFE

Le unía una estrecha amistad al líder espiritual de los musulmanes ismaelitas

08 feb 2025 . Actualizado a las 20:34 h.

El rey emérito Juan Carlos I no regresó esta vez a España de su exilio voluntario en Dubái, pero sí a la península. Lo hizo por un motivo luctuoso. Para asistir al funeral en Lisboa del príncipe Karim al Hussaini Aga Khan IV, líder espiritual de los musulmanes ismaelitas, fallecido el martes a los 88 años y al que le unía una estrecha amistad.

Juan Carlos IKarim al Hussaini Aga Khan IV se conocieron en su juventud cuando estudiaban en un internado de los marianistas en Friburgo (Suiza), después de que la familia del monarca se mudara a Estoril (Portugal). Al funeral asistieron 300 invitados, entre los que se encontraba el aún primer ministro canadiense, Justin Trudeau.

El rey emérito llegó en un vehículo con los cristales tintados hasta la puerta del centro, donde entró ayudado por sus asistentes. Las exequias tuvieron lugar en medio de un fuerte dispositivo policial en el Centro Ismaelita de la capital portuguesa, comenzaron a las 11 de la mañana y se alargaron durante una hora, sin acceso de la prensa.

Al funeral acudieron, además, miembros de la Casa Real de Jordania, el hermano del emir de Catar, Thani bin Hamad Al Thani, y representantes de embajadas europeas y de los Gobiernos de Francia, Paquistán y Emiratos Árabes Unidos, entre otros. Asimismo, asistieron responsables ismaelitas y de la fundación Red de Desarrollo Aga Khan (AKDN, por sus siglas en inglés). Por parte portuguesa, estuvieron presentes el presidente, Marcelo Rebelo de Sousa, y el ministro de Exteriores, Paulo Rangel, además de representantes de los principales partidos políticos.

Al final del acto, el féretro del finado fue colocado en un coche fúnebre para dirigirse a la base militar de Lisboa Figo Maduro, desde donde partió hacia Asuán, en el sur de Egipto. Allí será enterrado este domingo en una ceremonia privada.