
Los expertos dudan de que el sistema de despliegue de su paracaídas siga funcionando más de medio siglo después. Los riesgos «no son especialmente elevados, pero tampoco nulos», similares a los del impacto de un meteorito
06 may 2025 . Actualizado a las 21:25 h.La sonda de aterrizaje Kosmos 482, lanzada por la antigua Unión Soviética en 1972 rumbo a Venus, nunca llegó a su destino ni tampoco regresó. En realidad, no llegó a salir de la órbita terrestre y, después de medio siglo, se cree que esta semana caerá en la Tierra, una reentrada no controlada a la que es posible que sobreviva.
La órbita del artefacto está decayendo y se espera que «vuelva a entrar en la atmósfera terrestre en algún momento entre el 7 y el 13 de mayo», informó la NASA en su página web. Dado que fue diseñada para resistir el paso por la atmósfera de Venus, más densa que la terrestre, «es posible que la sonda sobreviva a la reentrada en la Tierra y alcance la superficie».
Sin embargo, hay muchos factores inciertos. Se tratará de una trayectoria de reentrada larga y poco profunda, y no se puede descartar que se rompa o se desintegre al atravesar la atmósfera, advierte el astrónomo de la Universidad de Delft (Países Bajos) Marco Langbroek, en declaraciones recogidas por Efe. La sonda tiene una cubierta protectora de titanio semiglobular —«una especie de cubo metálico, diseñado para sobrevivir al paso por la atmósfera de Venus»— y está dotada con paracaídas para ralentizar su velocidad. Langbroek duda, sin embargo, de que el sistema de despliegue del mismo siga funcionando más de medio siglo después.
Al tratarse de una reentrada incontrolada, no se puede decir «con ningún grado de certeza cuándo y dónde» se producirá. La incertidumbre disminuirá cuando se acerque la flecha prevista, «pero incluso el mismo día seguirá habiendo grandes dudas», agrega el experto. Aún así, Langbroek calcula que la fecha más probable es el 10 de mayo, con un margen de error de 1,5 días antes o después, pero dada la incertidumbre, la previsión «se expresa mejor como una ventana de reentrada de varios días, entre el 9 y el 13 de mayo, en lugar de señalar un día concreto».
Los riesgos «no son especialmente elevados, pero tampoco nulos», con una masa de algo menos de 500 kilos y un tamaño de 1 metro, son «similares a los del impacto de un meteorito», considera en su web el astrónomo, que desde hace años sigue el caso de esta sonda soviética.
Kosmos 482 formaba parte del proyecto Venera, con el que la extinta Unión Soviética lanzó varias sondas para estudiar el planeta Venus. El lanzamiento se llevó a cabo el 31 de marzo de 1972, solo unos días después del de la sonda Venere 8, pero fracasó en su intento de atravesar la órbita terrestre baja. La nave se separó en cuatro pedazos: dos permanecieron en órbita terrestre baja y cayeron en 48 horas, y los otros (presumiblemente la sonda de aterrizaje y la unidad de motor de la etapa superior desprendida) entraron en una órbita más alta, según datos de la NASA.