Pavel Durov, cofundador de Telegram, repartirá su fortuna de más de 14.000 millones entre sus 106 hijos: «Son todos míos y tienen todos el mismo derecho»

LA VOZ REDACCIÓN

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Pavel Durov, fundador de Telegram
Pavel Durov, fundador de Telegram Action press | Cordon Press

El empresario ruso ha revelado que tiene seis hijos concebidos naturalmente con tres mujeres diferentes y otro centenar en 12 países por sus donaciones a un banco de esperma

21 jun 2025 . Actualizado a las 17:48 h.

Pavel Durov, cofundador de Telegram y actual consejero delegado de la empresa, ha revelado que tiene un total de 106 hijos repartidos por el mundo. Y, aunque solo es el padre legal de seis de ellos, los que han sido concebidos naturalmente, el magnate ruso planea repartir su multimillonaria herencia entre todos ellos. «No hago ninguna diferencia entre mis hijos. Son todos míos y tienen todos el mismo derecho», ha expresado sobre la repartición de su patrimonio, actualmente de más de 17.000 millones de dólares (14.700 millones de euros)—.

El empresario de 40 años ha explicado de dónde le salen tantos hijos. Seis de ellos, los reconocidos oficialmente, fueron concebidos de forma natural con tres mujeres diferentes, con las que mantuvo una relación de pareja. De los otros, Durov es el padre biológico por donación anónima de esperma. «La clínica en la que empecé a donar mi semen hace ya 15 años me dijo que habían sido concebidos más de 100 bebés en 12 países diferentes», ha contado en la entrevista al semanario francés Le Point.

Para él, en cualquier caso, no hay diferencia entre todos ellos. La cuestión biológica es, en su opinión, lo importante. Y considera que todos tienen igual derecho a recibir un pellizco de su abultada herencia. Eso sí, tendrán que esperar. «He decidido que no puedan tener acceso a mi fortuna hasta que haya pasado un período de treinta años contando desde hoy», ha especificado. Todo eso está ya escrito en su testamento, que ha firmado muy recientemente.

Justifica su decisión de hacerlos esperar para que todos ellos puedan vivir sus vidas «como gente normal». «Que se construyan por su cuenta, que aprendan a confiar en sí mismos, que tengan capacidad de crear, y que no dependan solo de una cuenta bancaria», les ha deseado. 

Pavel Durov también explica por qué ha decidido dejar su testamento tan joven, con solo 40 años y en un estado físico envidiable. «Mi trabajo implica riesgos. Quiero proteger a mis hijos, pero también la compañía que he creado». Para Telegram tiene ya todo atado. En el momento en el que él no esté, una fundación sin ánimo de lucro tomará el control.

Para Durov es importante que la plataforma de mensajería, muy polémica y que llevó a su detención en Francia, conserve su independencia y sus valores. «Quiero que siga respetando la privacidad y la libertad de expresión», proclama. Por eso se negó a venderlo, a pesar de ofertas muy jugosas. «No es una cuestión de precio, simplemente no está en venta», asegura sobre una empresa de la que mantiene el 100 % de las acciones. «No hay más accionistas, y por eso no hay interferencia», dice.

Sobre su forma física, cuestionado sobre cómo puede parecer tan joven, Durov afirma que todo se debe a una férrea disciplina de ejercicio. «Cada mañana hago 300 flexiones seguidas, sin interrupción, y a continuación 300 sentadillas, también sin parar», explica, «no bebo alcohol, ni café o té; no fumo, y me mantengo alejado del azúcar; es decir, evito todo lo que haga ser dependiente». También le gusta bañarse en agua fría. «A veces nado en Finlandia o en el Lake Geneva —en los Grandes Lagos— en invierno, lo que para mucha gente es incomprensible», bromea.