Micronovelas de un minuto: la tendencia que conquista los móviles de los jóvenes
SOCIEDAD

El formato, que triunfa entre los miembros de la generación Z y se visualiza en vertical desde el móvil, condensa tramas dramáticas en más de 60 capítulos y se consolida como tendencia global
12 ago 2025 . Actualizado a las 14:34 h.Es posible que, entre la infinidad de contenidos que circulan por internet, el algoritmo se los haya mostrado en alguna ocasión. Se parecen bastante a las telenovelas que suelen ver nuestras abuelas, pero, a diferencia de estas, todo sucede mucho más rápido. Las micronovelas, en su mayoría de origen chino, han proliferado a un ritmo vertiginoso en los últimos meses y ya forman parte del contenido que muchos usuarios consumen a diario en redes sociales.
Los microdramas se estructuran en episodios de entre uno y dos minutos, tienen un formato vertical y están pensados para ser visualizados en el móvil. En estas historias, que suelen extenderse entre 60 y 100 capítulos, todo tiene cabida: desde ficciones protagonizadas por hombres lobo y vampiros hasta narrativas más clásicas, como los amores imposibles entre jóvenes de familias de diferentes estratos sociales.
Precisamente, la variedad temática es lo que amplía cada vez más su audiencia, aunque sus consumidores más habituales pertenezcan a la generación Z, un público que accede a ellas a través de los scrolls infinitos a los que inducen aplicaciones como Instagram, TikTok y YouTube, y que, muchas veces sin quererlo, termina enganchado.
Lucía Tello Díaz, directora, guionista y profesora de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), ha investigado sobre este fenómeno y afirma que parte de su éxito se debe a que «lo que hacen es eliminar los elementos redundantes y condensar las historias en pocos minutos, culminando en un momento de tensión dramática que deja al espectador con el deseo de ver el siguiente capítulo».
En ese sentido, se asemejan a las telenovelas clásicas: no las reinventan, sino que transforman la forma de distribuirlas, más allá de acortar su duración. ReelShort, uno de los nombres más conocidos del sector, atrae a sus potenciales suscriptores con episodios gratuitos distribuidos en redes sociales. Después, les sugiere el pago de una tarifa mensual, ya en su propia aplicación, si desean continuar viendo el resto de capítulos.
Otras plataformas, como DramaBox o Sereal+, operan bajo un modelo diferente: exigen a los usuarios ver anuncios publicitarios para poder seguir accediendo al contenido, lo que les permite monetizar sin necesidad de una suscripción directa.
China como referencia
Elena Neira, profesora en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), también ha investigado este fenómeno. En sus estudios destaca que, aunque la mayoría de las productoras y aplicaciones que lo distribuyen son de origen chino, su antecesora fue una iniciativa estadounidense llamada Quibi.
«Quibi fue una propuesta lanzada en el 2020 por Jeffrey Katzenberg, uno de los fundadores de DreamWorks. Estaba centrada en ofrecer entretenimiento de calidad para móviles, pensado para los desplazamientos entre el hogar y el trabajo. Hablábamos de contenidos de gran nivel, con directores como los hermanos Russo, Steven Spielberg o Guillermo del Toro… Se subestimó la idea y el tiempo que los usuarios dedican a diario a las redes sociales, y acabó fracasando», explica la investigadora.
Una derrota de la que supo aprovecharse la industria audiovisual china, que hoy se posiciona como líder y referencia en el desarrollo de este formato. La plataforma ReelShort, propiedad de la compañía Crazy Maple Studio, se ha convertido en su principal impulsora y ya cuenta con un catálogo que supera los treinta títulos con gran éxito de audiencia.
Lucía Tello respalda las palabras de Neira y añade: «Podemos decir que, en los últimos tres años, ha pasado de ser algo anecdótico y desconocido a convertirse en un fenómeno de masas a nivel global. El enorme éxito de estas producciones ha llevado a otros países a considerarlo un modelo a seguir».
Acortar es la tendencia
Más allá de la novedad que han traído consigo las micronovelas, su éxito pone de manifiesto una tendencia cada vez más común en el mundo audiovisual: acortar los contenidos. «Hoy en día, está claro que el audiovisual, por motivos generacionales, tiende cada vez más a compactarse. Las series actuales tienden a tener episodios más breves, menos temporadas y ciclos de vida más cortos», asegura Elena Neira.
Las micronovelas pueden ser un fenómeno pasajero de internet, pero los nuevos hábitos de consumo, las pantallas verticales y los capítulos de pocos minutos reescriben a diario el sector audiovisual.