
Un proyecto piloto de Barcelona incorpora canes adiestrados como terapia asistida en los velatorios
26 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Los tanatorios, percibidos a menudo como espacios fríos y solemnes, están evolucionando hacia entornos que priorizan el acompañamiento emocional a fin de humanizar el duelo. Entre las nuevas iniciativas que persiguen este objetivo se encuentra la terapia asistida con perros, un «bálsamo» para quienes atraviesan momentos de pérdida. Y es que, desde hace algunos meses, en el tanatorio de la Ronda de Dalt de Barcelona se está llevando a cabo una prueba piloto con perros especialmente adiestrados para acompañar a las personas que despiden a un ser querido, una iniciativa pionera impulsada por la funeraria Àltima en colaboración con el Centro de Terapias Asistidas con Perros (CTAC por sus siglas en catalán).
«Cuando el perro se aproxima a una persona en un momento emocional tan delicado es como un bálsamo para las emociones», explica Eva Domènec, responsable de Intervenciones Asistidas con Animales del CTAC, que añade que los canes demuestran que lo importante es la presencia, más allá de las palabras. El servicio, que es gratuito, está disponible en los diferentes espacios del tanatorio, como las salas de velatorio, y la interacción con el animal siempre está acompañada de un técnico especializado, que supervisa que el contacto sea adecuado, saludable y respetuoso tanto para las personas como para el perro.
«La interacción es natural, espontánea, y la gente lo aprecia mucho. Nos dicen cosas como “he vuelto a sonreír, hacía tiempo que no lo hacía”. Es una luz, un amor incondicional que crea una experiencia del duelo muy positiva y humana», asegura Domènec. Desde cachorros, todos los perros son entrenados para trabajar en entornos emocionalmente intensos y, antes de integrarse en el programa, pasan por un riguroso proceso de selección y adiestramiento.
«Son animales con un temperamento equilibrado, entrenados para ser y estar más que para hacer trucos. En los perros que participan en este programa buscamos que sepan aproximarse con respeto, escuchar con el cuerpo y estar presentes durante la interacción», apunta la técnica. Por su parte, el consejero delegado de Àltima, Joan Ventura, detalla que la iniciativa se inspira en experiencias observadas en otros países, especialmente en algunos tanatorios de Latinoamérica, como los de Guatemala, donde este tipo de acompañamiento con animales forma parte del ritual de despedida.
En este sentido, Ventura destaca que la presencia de los perros contribuye favorablemente a superar el duelo: «Hay estudios que dicen que las terapias asistidas con animales tienen un impacto positivo en la salud emocional, ya que baja la presión, y se reduce el estrés y la sensación de tristeza y pesimismo», afirma. Asimismo, el directivo también subraya que la compañía de los perros puede ser especialmente beneficiosa para los más pequeños, ya que los niños que están en contacto con animales de compañía, en general, «gestionan mejor una enfermedad grave o la muerte de algún familiar cercano».