Dos semanas más de permiso para los padres y madres de niños con discapacidad

La Voz MADRID / EFE

SOCIEDAD

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Las familias lo ven «insuficiente», porque sus hijos requieren cuidados específicos que hacen aún más difícil la conciliación

29 ago 2025 . Actualizado a las 08:49 h.

Con la ampliación de los permisos por nacimiento y cuidados aprobada por el Gobierno los padres y madres de hijos con discapacidad tienen dos semanas extra. «Un alivio, aunque insuficiente», valoran tanto expertos como familias, que defienden que sus hijos requieren cuidados más específicos que hacen aún más difícil la conciliación. Estas dos semanas más, una para cada progenitor, se suman a las 17 que desde el pasado 31 de julio tienen todos los padres y madres. En el caso de las familias monoparentales, esas dos semanas extras por discapacidad las disfrutará el único progenitor.

La responsable del Proyecto de Infancia de Plena Inclusión España, Inés Guerrero, considera «muy positivo» que se haya tenido en cuenta esta condición, pero cree que el decreto es mejorable. Por ejemplo, no tiene en cuenta si los padres tienen discapacidad, solo la de los hijos.

En su opinión, las medidas de conciliación deberían ser «más flexibles», estableciendo los apoyos y la duración de los permisos según el nivel de discapacidad de los niños. «Es un grupo muy heterogéneo y sería interesante haber incluido algún tipo de baremo en función de las necesidades de apoyo del menor, y según el grado de dependencia, adaptar la duración», comenta. Valora que el decreto amplíe la prestación económica en catorce días naturales de las semanas remuneradas de cuidados cuando alguno de los progenitores o los niños tengan una discapacidad en un grado igual o superior al 65 %, aunque opina que debería eliminarse el tope.

Los hogares con miembros con discapacidad tienen además dificultades a la hora de acceder a los recursos básicos para el desarrollo de su vida económica y social. «Estas familias soportan un sobrecoste para cubrir esas necesidades de apoyo extra; y está demostrado que se enfrentan a tasas más elevadas de soledad no deseada, suelen tener más dificultades para la inserción sociolaboral porque, en muchos casos, sobre todo en las primeras etapas de la vida, tienen que compaginar los cuidados con el entorno laboral y es algo complejo», explica Guerrero. Muchos recursos, como guarderías, campamentos o actividades de ocio, no están preparados para niños con discapacidad. «Los padres intentan llevar a su hijo o hija a la escuela infantil de referencia del barrio, pero si tiene muchísimas necesidades de apoyo, pues normalmente te dicen que no pueden afrontar esas necesidades». Lo mismo ocurre con las actividades extraescolares durante la etapa escolar o en vacaciones.