









La heredera de la Corona despide en Navarra una visita cargada de enclaves históricos y encuentros con jóvenes, autoridades y ciudadanos
27 sep 2025 . Actualizado a las 14:17 h.La princesa Leonor, acompañada de sus padres, continúa en Navarra para cumplir el itinerario de su primer viaje oficial como princesa de Viana. Se trata de una cita de gran simbolismo, diseñada para reforzar el vínculo de la futura monarca con esta tierra a través de un legado nobiliario que supera los seis siglos de historia.
En su segundo día en la comunidad foral, la familia real comenzó la jornada en el palacio real de Olite, actualmente convertido en parador nacional de turismo. Numerosos vecinos y visitantes aguardaban expectantes la llegada de los reyes.
Tras saludar al público en la plaza de Carlos III, ubicada a escasos metros del palacio, los escolares de 4.º de Primaria del colegio Príncipe de Viana ofrecieron la bienvenida. En ese momento les entregaron un código QR con un trabajo sobre la historia de Carlos III, príncipe de Viana, que los alumnos Sebastián y Marina explicaron a los monarcas.
Acompañados por la presidenta de Navarra, María Chivite; la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz; la delegada del Gobierno, Alicia Echeverría; y el alcalde de Olite, Josu Etxarri, continuaron el recorrido por el monumento más visitado de la región, emblema del antiguo reino de Navarra.
Al finalizar la visita, la familia se acercó nuevamente al público para conversar y hacerse fotografías, un momento que, al igual que el vivido el día anterior, dejó estampas memorables.
Segunda y última parada: Tudela
La localidad de Tudela fue la siguiente etapa del itinerario, a la que se trasladaron en helicóptero y donde también fueron recibidos por sus vecinos. Como en Olite, los tudelanos aguardaban con entusiasmo a los monarcas y aprovecharon la ocasión para darles obsequios. Alfonso Baigorri, panadero de Ablitas, les entregó una hogaza de pan de nueve kilos con la inscripción «Vivan los reyes».
La corporación municipal los esperaba en el ayuntamiento para dar inicio a la visita, desde donde se dirigieron al palacio del marqués de San Adrián, sede de la UNED. Allí mantuvieron un encuentro con representantes de la Cámara de Comercio y de la Junta de Bardenas Reales, así como con una veintena de jóvenes de distintos colectivos de Navarra, entre ellos universitarios, artistas, estudiantes de Formación Profesional, músicos, deportistas, investigadores y agricultores.
Tudela representa la última etapa de un viaje que permitió a Leonor conocer enclaves históricos como Pamplona, Viana o Leyre. Su madre, la reina Letizia, regresará a Navarra la próxima semana para participar en la apertura del curso 2025/2026 del Centro Integrado Politécnico de Formación Profesional Lumbier IIP.
Un título de especial relevancia
Para realizar esta visita, la princesa solicitó un permiso a la Academia General del Aire de San Javier, en Murcia, donde cursa la última etapa de su formación militar y se instruye como piloto, tras su paso por el Ejército de Tierra y la Armada. La autorización fue concedida dada la relevancia del viaje, que le permitió debutar como princesa de Viana, título creado por el rey Carlos III de Navarra, conocido como el Noble, para su nieto Carlos de Viana en 1423.
Cuando Felipe VI ascendió al trono el 19 de junio de 2014, Leonor pasó de ser infanta de España a princesa de Viana, junto con los demás títulos que le corresponden como heredera: princesa de Asturias, princesa de Girona, duquesa de Montblanch, condesa de Cervera y señora de Balaguer.
El título de princesa de Asturias, por el que se la conoce principalmente, ha sido tradicionalmente el de los herederos de la corona de Castilla desde 1388. Por su parte, el de princesa de Viana correspondía a los herederos del reino de Navarra, mientras que los demás, surgidos entre los siglos XIV y XV, provienen de la corona de Aragón. Entre ellos se encuentra el de princesa de Girona, recuperado en el siglo XX por el rey Juan Carlos I para su hijo.