El ciclo del agua es hoy más extremo

Xavier Fonseca Blanco
xavier fonseca REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

El polígono industrial de Sedaví, anegado
El polígono industrial de Sedaví, anegado Miguel Ángel Polo | EFE

Un caso reciente fue la dana que dejó 219 fallecidos el 29 de octubre del 2024 en Valencia

29 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

En California, que tiene grandes parecidos razonables con Galicia en lo referente a la meteorología, existe el concepto de «latigazo hidroclimático» para explicar cómo el tiempo puede pasar bruscamente de una potente sequía a una inundación y viceversa. El caso más reciente se remonta a enero del 2025, cuando este territorio de Estados Unidos sufrió una devastadora ola de incendios. El fuego se propagó sin control alimentado por una maleza que estaba muy seca tras once meses sin precipitación. Pero justo antes se habían registrado unos meses muy lluviosos que provocaron que creciese la vegetación.

En el costa oeste norteamericana, las condiciones habituales son secas debido a la influencia del anticiclón oceánico, idéntico al de las Azores. Sin embargo, en el litoral californiano, igual que ocurre en Galicia, es habitual la influencia de los ríos atmosféricos, que allí tienen un mayor potencial para generar fuertes lluvias que en el noroeste peninsular ya que el Pacífico es más grande que el Atlántico y se carga de más humedad.

Otro caso más reciente fue la dana que dejó 219 fallecidos el 29 de octubre del 2024. La Comunidad Valenciana venía de un período seco y en cuestión de unas pocas horas cayeron 700 litros por metro cuadrado, lo que suele acumularse en un año entero.

Según un informe que acaba de publicar la Organización Meteorológica Mundial (OMM), los latigazos hidroclimáticos son hoy más recurrentes. Esto quiere decir que el ciclo del agua se ha vuelto más extremo. El estudio de la OMM asegura que solo un 33 % de las áreas de captación fluvial del planeta se mantuvieron el año pasado en valores habituales. El otro 67 % registró bien un déficit o bien un exceso de agua. Es decir, dos tercios de las cuencas no tuvieron un caudal normal. «El agua sustenta nuestras sociedades, economías y ecosistemas. Sin embargo, los recursos hídricos mundiales se encuentran bajo una presión cada vez mayor y, al mismo tiempo, los peligros hídricos más extremos producen un impacto más notable en las vidas y los medios de subsistencia», apunta la secretaria general de la OMM, Celeste Saulo.