El Nobel de Física premia a los precursores de la revolución cuántica

redacción LA VOZ

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Christine Olsson / TT | REUTERS

Los experimentos en un chip de John Clarke, Michel H. Devoret y John M. Martinis revelaron la física cuántica en acción, una disciplina con capacidad de cambiar el mundo

07 oct 2025 . Actualizado a las 17:21 h.

La Real Academia Sueca de Ciencias ha otorgado el Premio Nobel de Física 2025 a los científicos John Clarke, Michel H. Devoret y John M. Martinis. El galardón reconoce sus innovadores experimentos en un chip, donde lograron demostrar dos fenómenos clave de la mecánica cuántica a una escala macroscópica: la tunelización mecánica cuántica y la cuantificación de la energía.

 Normalmente, los efectos de la mecánica cuántica solo se observan en partículas a nivel subatómico. Sin embargo, los galardonados demostraron que estos fenómenos pueden manifestarse en sistemas mucho más grandes, visibles y tangibles.

El máximo galardón científico les fue concedido «por el descubrimiento de la tunelización mecánica cuántica macroscópica y la cuantificación de la energía en un circuito eléctrico».

La mecánica cuántica permite que una partícula atraviese una barrera mediante un proceso llamado tunelización. En cuanto intervienen grandes cantidades de partículas, los efectos de la mecánica cuántica suelen volverse insignificantes. Los experimentos de los galardonados demostraron que las propiedades de la mecánica cuántica pueden concretarse a escala macroscópica.

En 1984 y 1985, John Clarke , Michel H. Devoret y John M. Martinis realizaron una serie de experimentos con un circuito electrónico construido con superconductores, componentes capaces de conducir corriente sin resistencia eléctrica. En el circuito, los componentes superconductores estaban separados por una fina capa de material no conductor, una configuración conocida como unión Josephson. Al refinar y medir las diversas propiedades de su circuito, pudieron controlar y explorar los fenómenos que surgían al pasar una corriente a través de él. En conjunto, las partículas cargadas que se movían a través del superconductor formaban un sistema que se comportaba como si fueran una sola partícula que llenaba todo el circuito.

Este sistema macroscópico, similar a una partícula, se encuentra inicialmente en un estado en el que la corriente fluye sin voltaje. El sistema está atrapado en este estado, como tras una barrera infranqueable. En el experimento, el sistema demuestra su carácter cuántico al lograr escapar del estado de voltaje cero mediante un efecto túnel. El cambio de estado del sistema se detecta mediante la aparición de un voltaje.

Los galardonados también pudieron demostrar que el sistema se comporta tal como lo predice la mecánica cuántica: está cuantizado, lo que significa que solo absorbe o emite cantidades específicas de energía.

«Es maravilloso celebrar cómo la mecánica cuántica, con un siglo de antigüedad, ofrece continuamente nuevas sorpresas. Además, es enormemente útil, ya que la mecánica cuántica es la base de toda la tecnología digital», afirmó Olle Eriksson, presidente del Comité Nobel de Física.

Los transistores de los microchips informáticos son un ejemplo de la tecnología cuántica consolidada que nos rodea. El Premio Nobel de Física de este año ha brindado oportunidades para desarrollar la próxima generación de tecnología cuántica, incluyendo la criptografía cuántica, las computadoras cuánticas y los sensores cuánticos.

Por un lado, en criptografía cuántica se conseguirán comunicaciones más seguras a prueba del jáquer más habilidoso; la computación cuántica ofrece el potencial de resolver problemas que son inabordables en la actualidad, con enormes aplicaciones en medicina, industria o energía, mientras que los sensores cuánticos aportan mediciones ultraprecisas.