La familia de Sandra, la niña que se suicidó en Sevilla, había denunciado el acoso escolar dos veces: «Sentimos impotencia»

La Voz REDACCIÓN

SOCIEDAD

Ramos en memoria de Sandra en su centro escolar
Ramos en memoria de Sandra en su centro escolar Rocío Ruz | EUROPAPRESS

La menor, de 14 años, se quitó la vida el martes arrojándose desde la azotea de su casa. Su entorno, que emprenderá acciones legales, asegura que recibía insultos y desprecios por parte de un grupo de compañeras, pero que el colegio no activó el protocolo

17 oct 2025 . Actualizado a las 16:08 h.

Todas las miradas están puestas en las últimas horas en el caso de acoso escolar de una menor de Sevilla. La madre de Sandra Peña, la niña de 14 años que se suicidó el martes, asegura que denunció hasta en dos ocasiones que sufría acoso escolar.

Según recoge Diario de Sevilla, la familia se dirigió a la dirección del colegio Irlandesas de Loreto, donde cursaba estudios, sin obtener respuesta ninguna de las dos veces. La primera denuncia tuvo lugar el curso pasado sin que se tomasen medidas. 

La familia, que este viernes confirmaba que emprenderá acciones legales, explicó que, al comienzo de este mismo curso, la única medida que tomó el centro fue separarla de las compañeras que presuntamente la acosaban. Las niñas no coincidían en el aula, pero sí en los pasillos y en alguna clase concreta.

«Este verano empezó a recibir ayuda psicológica y, cuando empezó el curso, se denunció la situación en el colegio, con el informe médico. El colegio no activó en ningún momento el protocolo. No han hecho absolutamente nada», explicó Isaac Villar, tío de Sandra, a la agencia Atlas.

La familia, que está destrozada, asegura sentir «impotencia». Según han podido confirmar con el profesorado, el colegio nunca le comunicó las reclamaciones que la familia hizo al centro sobre la situación que atravesaba Sandra.

«Que llegue a pasar esto, nos crea una enorme impotencia», dice Villar, que confirma que el centro no se ha puesto en contacto con la familia. «Queremos que se depuren responsabilidades. Apuntamos tanto a las posibles acosadoras como al centro», insistió.

Según recoge Informativos Telecinco, Sandra era objeto de «insultos, burlas y desprecios constantes» por parte de un grupo de compañeras

El colegio ha emitido un escueto comunicado en el que afirma estar «colaborando con las autoridades y la administración educativa» y pide respeto para toda la comunidad escolar.

En los tribunales

Este jueves se conocía además que la Junta de Andalucía va a llevar ante la Fiscalía la información recabada en el colegio al detectar que no activó el protocolo de acoso ni el de conductas autolíticas.

Según ha anunciado la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional tras realizar una inspección en el centro educativo, además de remitir la información al Ministerio Público, también abrirá un expediente administrativo para depurar las posibles responsabilidades que pudieran derivarse de esta falta de actuación.

Los inspectores han detectado, tras recoger testimonios de la dirección del colegio concertado y documentos tanto de las comunicaciones como de las actuaciones que se pusieron en marcha, que no se activó, según exige la normativa vigente, el protocolo de acoso ni el de conductas autolíticas, tal y como requería la situación.

Desde el departamento regional también han informado de que un equipo de expertos en bienestar emocional está interviniendo en el colegio para prestar apoyo y orientación profesional «en una situación tan difícil y complicada tanto para el alumnado como para los docentes».

Al mismo tiempo, han trasladado el pésame a la familia de la alumna, quien se suicidó nada más volver del colegio arrojándose desde la azotea de su casa.

Isaac Villar, tío materno de Sandra, en su comparencia ante los medios
Isaac Villar, tío materno de Sandra, en su comparencia ante los medios Jose Manuel Vidal | EFE

Investigación de oficio

Por su parte, el Defensor del Pueblo Andaluz en funciones, Jesús Maeztu, ha informado de que ha abierto una investigación de oficio por estos hechos y ha indicado que se encuentra en contacto con su homólogo a nivel nacional, Ángel Gabilondo, desde que se produjeron los hechos.

En la investigación -ha dicho- quiere aclarar «cómo ha funcionado el protocolo, que parece que no», un caso que ha tratado en una reunión con cinco defensorías de otras tantas regiones.

Para Maeztu, alarma que se haya denunciado este tema en el colegio «dos, tres veces y no se haya producido el protocolo», y ha añadido que hay que comprobar «si ha habido una denuncia de protocolo, por qué no funciona el protocolo», una información que reclamará al director del colegio, entre otras personas.

Además, ha precisado que ya ha contactado con la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional, a la que ha pedido que «se ponga en marcha para averiguar qué ha pasado», y ha apelado a captar «las señales de maltrato» y estar atentos cuando un alumno «no estudia o saca malas notas», además de que estén atentos los profesores «que estén en el recreo», donde «se detectaría cuando hay un niño al que le pasa algo». 

«Una niña alegre, siempre con una sonrisa y del Betis»

El tío de Sandra, Isaac Villar, que está ejerciendo de portavoz en estos duros momentos, describía este viernes a su sobrina como una niña «alegre», que solía ir siempre «con una sonrisa en la cara y un abrazo», y que tenía muy en mente ese fútbol que tanto le apasionaba y a su Betis.

Emocionado, ha concluido que la adolescente era «maravillosa», y que nadie que no supiera por lo que estaba pasando, podría imaginárselo porque iba siempre feliz.

De hecho, la rabia y la impotencia se respiraban este viernes en los alrededores del centro escolar de la joven, Irlandesas de Loreto, a unos pocos pasos del edificio en el que residía y desde cuya azotea se lanzó el martes.

También una serie de pintadas en la fachada del colegio muestran el enfado de la comunidad, con mensajes en los que se puede leer «cómplices», «asesinos» o «siempre estarás en nuestros corazones, Sandra», recoge Efe.

Y es que la situación de Sandra, según algunos padres, no era única, ya que han indicado que más alumnos han podido sufrir ese acoso.

Una mujer, que no ha querido dar su nombre, ha relatado cómo sus nietas le han referido situaciones de estrés y ansiedad por la «competitividad» que alimentaba el propio colegio entre sus estudiantes.