«The New York Times» desvela la conexión entre Ana Obregón y la gran fortuna de Jeffrey Epstein
SOCIEDAD
Tras meses de investigación, el diario ha logrado descubrir cómo un universitario de una familia de clase trabajadora generó millones de dólares y accedió a los círculos más exclusivos de la política y las finanzas. «Me repugna haber sido su amiga», afirma la actriz
16 dic 2025 . Actualizado a las 21:13 h.La actriz y socialité española Ana Obregón, una figura con una larga trayectoria bajo el foco mediático y marcada en distintas etapas por la controversia, vuelve ahora a aparecer vinculada a la actualidad internacional a raíz de una investigación exhaustiva de The New York Times. El diario estadounidense ha sacado a la luz la relación personal que mantuvo en los años ochenta con el financiero Jeffrey Epstein, fallecido en 2019 en una cárcel de Nueva York mientras cumplía condena por delitos sexuales relacionados con menores, a quienes llevó a su mansión en una isla privada de las Islas Vírgenes de Estados Unidos.
Se conoce ya como la «isla de los pedófilos» y en ella estuvieron famosas personalidades como el príncipe Andrés o el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, entre muchas otras celebridades cuya identidad se va conociendo a cuentagotas.
Según las investigaciones y documentación descubierta al respecto, en aquel «paraíso», se produjo trata de mujeres jóvenes y niñas con fines sexuales incurriendo en delitos de abuso de menores todos aquellos que pisaron este territorio al que solo se podía llegar por aire, habitualmente en jet privado. Lo realmente inesperado es que una figura como Epstein estuviera relacionada de alguna manera con Ana Obregón y su familia y el medio americano ha concluido a raíz de sus pesquisas que en 1980 a Epstein le gustaba presentarse como un «cazarrecompensas» financiero.
A raíz del hundimiento de la firma Drysdale Securities numerosas familias con dinero perdieron millones, entre ellos los Obregón, lo que propició que contactaran con él para rastrear su desaparecida fortuna y también un acercamiento personal entre Epstein y Ana Obregón. Al parecer, ambos tuvieron alguna salida juntos en el tiempo en el que ella vivió en Nueva York para estudiar interpretación. Aunque este vínculo habría quedado en una amistad.
Según revela el periódico estadounidense, fue concretamente en 1982 cuando un conocido en común les puso en contacto y poco tiempo después se les vio paseando en un Rolls-Royce por Manhattan. Ella misma lo cuenta en un libro autobiográfico en el que asegura que Epstein era «el hombre perfecto del que nunca me enamoré». La española nunca ha escondido sus contactos en el pasado con Epstein, aunque en una reciente entrevista concedida a Vanity Fair reveló que cuando fue contactada por The Wall Street Journal para aportar su testimonio en un documental sobre Epstein, se negó por «miedo».
A su vez, a raíz de la investigación periodística, se comprobó que Epstein finalmente logró localizar el dinero perdido en la sucursal de un banco canadiense en las Islas Caimán, lo que hizo que recibiese cuantiosos pagos de las familias afectadas que contribuyeron a que se convirtiese en millonario.
Conclusiones de la investigación
Periodistas del New York Times han asegurado que pasaron meses desentrañando falsedades y llenando vacíos sobre la historia vital de Epstein, centrados sobre todo en cómo se formó su gran fortuna. Detallaron que examinaron minuciosamente archivos privados, entrevistas inéditas, diarios, cartas, correos electrónicos y álbumes de fotos, además de contactar con amigos, conocidos y sobre todo víctimas.
Lograron llegar hasta cada uno de los delitos que cometió, sobre todo económicos, además de confirmar que carecía de estudios universitarios, al contrario de lo que él mantuvo siempre. Los abusos sexuales a menores también se produjeron en un apartamento del magnate al que invitaba a asistentes jóvenes y durante décadas, según este medio, se sirvió de su estrecha relación con Greenberg y otros altos ejecutivos para reforzar su legitimidad ante funcionarios del gobierno americano amasando su fortuna mediante estafas reiteradas a inversores.
A raíz de esta publicación, Ana Obregón ha asegurado este martes en el programa Y ahora Sonsoles que le genera nervios «que unan tu nombre al de un depravado de esa magnitud, es asqueroso». La actriz explicó que su relación con él «no tuvo nada que ver con el dinero». «Desconozco si tuvieron relaciones económicas con mis padres. Ojalá nos hubiera llegado el 10 % de la fortuna que tenía», añadió.
Obregón rememoró el modo en que lo conoció cuando fue a probar fortuna a Estados Unidos con 21 años. «Un día, una firma que me llevaba Leonardo me presentó al soltero de oro de Nueva York, Jeffrey Epstein. Dije: ‘"Qué chico más guapo, más mono, tenía 28 años, es muy inteligente, trabaja en Wall Street, es millonario… Y a mí el dinero me importa tres pepinos, pero está buenísimo"», puntualizó. «Estuve dos años y medio en Estados Unidos y él fue una persona maravillosa», añadió la actriz, que asegura que este llegó a ofrecerle su casa. «Me repugna haber sido su amiga», afirmó.