Cela: «Jamás he salido de la infancia»

LUIS A. NEMOLATO. Efe MADRID

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RAMÓN CASTRO

El autor y premio Nobel presentó la reedición de «La rosa», su primer libro de memorias infantiles Tantos recuerdos se le agolpan y todos tan buenos que el escritor Camilo José Cela dice que en su niñez fue «inmensamente dichoso», un bienestar que «gracias a Dios» se ha postergado mucho tiempo después de ponerse «pantalón largo», por lo que afirma que jamás ha «salido del territorio de la infancia». «La rosa» fue el título que el autor «dio a su primer libro de memorias, unos recuerdos que ahora reedita Espasa, y que Cela escribió cuando acaba de rebasar la treintena, «cuando todavía vivía mi madre y hablaba del pasado». Confiesa que «un niño no siempre se acuerda de todo lo ocurrido, sino de lo que su familia le ha contado».

23 feb 2001 . Actualizado a las 06:00 h.

El premio Nobel, con su carácter tajante habitual, glosó algunas de las partes más anecdóticas de sus primeros nueve años de vida, los que cuenta en La rosa. Es decir, desde su nacimiento hasta la llegada de su familia a Madrid, dado que su padre fue destinado, como funcionario, a la capital. Y aunque esta nueva edición cuenta con casi 60 páginas inéditas en libro -ya que sí fueron publicadas, primero, en el suplemento cultural del diario La verdad de Murcia y, después, en la revista Destino de Barcelona-, Cela no ha querido retocar el texto original. «Como decía Picasso -comentó-, no se debe tocar nada de lo ya hecho. Y tenía razón, porque de lo contrario, llegas a la neurastenia de Juan Ramón Jiménez, capaz de cambiar una edición por rectificar una sola coma». El próximo mes de septiembre, la editorial Espasa sacará a la luz Memorias, entendimientos y voluntades, la segunda remesa de recuerdos de Cela, un autor que, sin embargo, asegura, no saber qué hará en el futuro: «La memoria está siempre en la obra de cualquier escritor; pero quién sabe lo que le deparará el mañana». Pero del pasado tiene muy fresco todo lo que vivió, tanto incluso que sólo rememorarlo le hacía suscitar una sonrisa nostálgica. Habló de su madre -«es hermoso saberse hijo de una señora joven y guapa», dijo-, una mujer de la que siempre se sintió cómplice y que le dio la sangre y «el genio» británico. «No se es inglés impunemente. Uno se debe a sus orígenes. Yo sé lo que tengo de inglés, de español y de gallego y les aseguro que es mucho de todo», explicó el autor de La familia de Pascual Duarte, quien también tuvo palabras para sus amigos, «aquellos que ya no están... Aunque, bueno, me queda mi primo Manolito», y, cómo no, para la literatura.