MIGUEL ANXO FERNÁNDEZ INTERFERENCIAS
26 ene 2002 . Actualizado a las 06:00 h.Hace semanas, La Primera levantó Acoso a petición de los colectivos feministas al considerarla inoportuna por coincidir en el entorno del Día Internacional de la Mujer. Llevaban razón pues, para colmo, y contra lo que es norma, quien acosa es ella, la ejecutiva encarnada por Demi Moore, que se quiere merendar por una simple cuestión jerárquica a su subordinado Michael Douglas. Tampoco es filme para tirar cohetes, porque no acaba de determinar sus líneas y va sobrado de tópicos. Y eso que dirige un señor solvente como Barry Levinson, con toda la pinta de ir a hacer caja aprovechando que desde Instinto básico, el thriller erótico era un chollo. Dicho esto y anotado que hasta hubo quien aprovechó las virguerías del DVD para comprobar si la entonces señora de Willis ahorró ropa interior como su colega Sharon Stone en la famosa secuencia del interrogatorio, lo cierto es que esta noche La Primera se marcará un buen tanto. Ya verán como rondará los siete millones de espectadores, un share alucinante para una noche dominical. Dicho esto, que la cadena pública no se marque el gesto elegante de desmarcarla del prime time para no herir sensibilidades y contribuir a la buena salud social, indica aquello del «amiguiños sí, pero a vaquiña polo que vale». Como además, esta adaptación sobre un texto de Crichton no hizo historia, desperdicia una buena oportunidad para quedar bien y frenar a quienes acusan a la tele de incendiaria en lugar de bombero.