Bertrand Blier tiene 71 años y está entre los grandes veteranos del cine francés, autor de una comedia de gran éxito en los años setenta como fue Los rompepelotas (1974). Cuatro años después ganaría el Oscar con ¿Quiere ser el amante de mi mujer? . A lo largo de su dilatada carrera tuvo ocasión de trabajar con muchos de los grandes actores del cine de su país, y a muchos de ellos los reúne ahora en esta comedia de trazos negros que, en realidad, se parece más a una reunión de amigos que a un guión premeditado y calculado hasta el último fotograma. Tanto es así que en el reparto aparecen Alain Delon, Jean Paul Belmondo, Michel Piccoli, Gerard Depardieu o Michel Serrault, entre otros. La cuota femenina es menor, pero entre las actrices están Josiane Balasko y Maria Schneider. La trama es como un gran equívoco que comienza en el momento en que tres actores están comiendo en un céntrico restaurante de los Campos Elíseos y el camarero se olvida de traerle a uno de ellos el vaso de agua caliente solicitado. Obviamente la película es también un acto de homenaje a una generación de actores que durante los últimos 30 ó 40 años alimentaron al mejor cine francés, por cierto, muchos de sus filmes inéditos en las pantallas españolas. Cuenta Blier que casi no hubo necesidad de mostrarles un guión porque su capacidad para improvisar era tal y tan incuestionable que de ahí salió una buena parte de la trama. Su próximo proyecto se llamará Las actrices .