
Minorías como los afro-americanos, indios nativos, o gays, vienen ejerciendo presión en Hollywood con el objetivo de ser tratados con respeto por una industria que aún hoy sigue recibiendo acusaciones esporádicas de tender al racismo o a la homofobia. La culpa es de dos películas ( Monster¿s Ball y Windtalkers ) acusadas de no tratar con respeto a negros y navajos. Todos vimos a Halle Berry emocionada como una colegiala cuando fue premiada con el Oscar a la mejor actriz por Monster¿s Ball . El premio fue recibido con gran alborozo por la comunidad afro-americana, pero meses después unas declaraciones de la actriz Angela Bassett han levantado una fuerte polémica. «Me encantaría ganar un Oscar siempre que lo hiciera con un trabajo que me permitiera conciliar el sueño por las noches», ha dicho Bassett, a quien le ofrecieron protagonizar Monster¿s Ball , película a la que renunció por considerar al personaje denigrante para las mujeres afro-americanas. Halle Berry interpreta a unaviuda que encuentra consuelo en brazos del funcionario de prisiones que se ha encargado de poner en la silla eléctrica a su marido. Controversia también con tintes racistas es la que gira en torno a Windtalkers , filme protagonizado por Nicolas Cage. Basada en los enfrentamientos que los militares estadounidenses sostuvieron con el ejército japonés en la isla de Saipán durante la Seguna Guerra Mundial, Windtalkers recrea la participación que en aquel conflicto tuvieron dos indios navajos especializados en sistemas de comunicación. En una carta dirigida al diario Los Angeles Times , la guionista Elizabeth Valenzuela afirma que los productores de Windatalkers le dijeron que si quería participar en la escritura del guión del filme debería centrarse en contar la historia bajo la perspectiva de un hombre blanco, puesto que «otorgarle el protagonismo a los indios no vende películas», según le comunicaron. Otra polémica de reciente la que rodea a las impactantes declaraciones de Michael Ovitz, que llegó a ser uno de los individuos más poderosos del cine. Ovitz asegura ser víctima de una conspiración perpetrada por la «mafia rosa», que en su opinión tiene un enorme poder en Hollywood.