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La figura del historiador y catedrático Álvaro das Casas (Ourense, 1901-Barcelona, 1950) convirtió ayer la comarca de O Ribeiro, en un paraninfo de la galleguidad, con el pazo dos Ulloa en la localidad de Esposende, donde él vivió durante algunos años, como referente. Fue una iniciativa de la Fundación Premios da Crítica Galicia y de la Asociación Álvaro das Casas, que inició con esta propuesta su andadura oficial. Es un colectivo que nace ya con dos objetivos claros a desarrollar de manera inmediata y que están estrechamente vinculados a la figura y las inquietudes del autor que la cultura gallega pretende recuperar. Se trata de la convocatoria de dos premios anuales, sobre las artes escénicas y el medio ambiente, y de la puesta en marcha, durante la última semana de septiembre, de un curso de verano de la Universidad de Vigo en torno a la figura del homenajeado y de su época. El acto de recuperación de la figura de Álvaro das Casas se inició con el descubrimiento de una placa en el pazo dos Ulloa por parte del presidente de la Diputación de Ourense, José Luis Baltar, en la que se hace constar la presencia del historiador en O Ribeiro. Cándido Vázquez, actual propietario del pazo, puso la nota más entrañable de la celebración al ceder, para que presidiese todo el homenaje, la bandera gallega que das Casas tenía en su escritorio. A continuación diferentes oradores, entre los que destacan los responsables de los colectivos organizadores, bibliógrafos, escritores y etnógrafos, ensalzaron la aportación de Álvaro das Casas no sólo a la cultura sino al galleguismo. Su trayectoria singular, su carácter promotor como impulsor de numerosas iniciativas y su afán de propagar nuevas ideas que ya recogían personas del calibre de Filgueira Valverde, Vicente Risco o Del Riego fueron referencias a la hora de recordar a Das Casas. Autor de setenta libros Su decisión de crear una de las primeras asociaciones de bodegueros de la comarca, sus más de sesenta libros o su capacidad para crear un movimiento juvenil galleguista denominado Ultreya , que reunió a miles de jóvenes en la década de los 30, ponen de manifiesto las aportaciones de Álvaro das Casas a la cultura gallega. Se reivindicó por ello la injusta situación de su olvido existente en la actualidad y que se pretende invertir con la creación de un colectivo que se encargará de hacerle perdurar en la memoria y divulgar su obra. Los actos de recuerdo sirvieron para nombrar conselleiros honoríficos de la Asociación Álvaro das Casas a Francisco del Riego y a Xaime Illa, miembros de Ultreya y estrechos colaboradores suyos. Recogieron los diplomas en su nombre Bieito Ledo y Clodio González, respectivamente. La ceremonia concluyó con la Coral Polifónica de O Carballiño interpretando el himno gallego y las palabras de Baltar: «Hoxe tiña outras sete citas a esta hora pero hay que priorizar e a máis importante para Galicia é esta» dijo.