«Lo peor fue pensar que estaba interpretando a una persona real»

Angélica Martínez LOS ÁNGELES

TELEVISIÓN

La favorita para ganar el Oscar a la mejor actriz por su interpretación en «Monster» se cree afortunada de haber evitado los clichés y el encasillamiento de Hollywood

27 feb 2004 . Actualizado a las 06:00 h.

La nueva estrella de Hollywood es Charlize Theron, sudafricana de 30 años, que protagoniza Monster , la historia de la asesina en serie Aileen Wuornos. Para interpretar ese papel, Theron tuvo que engordar veinte kilos y caracterizarse hasta resultar casi irreconocible. Es la favorita para llevarse mañana por la noche el Oscar a la mejor actriz. -¿Es difícil mantener los valores en Hollywood? -No. Si los mamaste desde joven y forman parte de tí, entonces siempre estarán contigo. -¿Hollywood es un lugar demasiado competitivo para tener amigos y compartir experiencias? -Todo en la vida es competitivo. Siempre hay muchos candidatos que quieren hacer tu trabajo y ocupar tu puesto, y esa es la realidad que vivo. Yo crecí haciendo ballet y practicando atletismo, y entiendo que la competitividad forma parte de la vida, pero hay que caminar sin agredir a los demás, y esta actitud no quiere decir que no sea una buena actriz. Si una amiga pelea por el mismo papel que yo y lo consigue le digo: «Eres una bruja, pero te adoro y me alegro por ti». Es parte de la vida. -Es inevitable preguntarle por lo que comió para engordar antes de « Monster» ... -El primer mes engullí todo lo que no me permito normalmente, pero llegó un momento en que me aburría de comer y era un sacrificio tragar hamburguesas para mantener el peso. Me aficioné a las patatas fritas, al queso, al pan, a la pasta, y solía acostarme con el estómago lleno, porque eso es lo que más engorda. Pero adelgazar fue mucho peor, porque tuve que perder esos veinte kilos en siete semanas. Afortunadamente, tengo una gran disciplina y pude olvidarme rápidamente de los batidos de chocolate. -Una transformación tan radical, ¿no supone un poco de trampa para el espectador? -No quería que el publico se concentrara solo en el maquillaje porque no deseaba ser una caricatura, pero es algo muy difícil porque yo misma puse mucho énfasis en la transformación. Sólo espero que una vez superado el primer impacto, el publico sea capaz de meterse en la historia de la película. -La caracterización era difícil, pero lograr el perfil psicológico de su personaje, una asesina en serie, no se queda en la zaga. -Sin duda, porque todo en Aileen es a vida o muerte. Es difícil imaginar a una mujer durmiendo bajo un puente, o viviendo en las montañas en pleno invierno, catorce años sin tener un lugar a donde ir y con los pies congelados, condenada a hacer favores sexuales para comer. Cuando tienes ese tipo de existencia cada decisión te puede costar la vida. -¿En algún momento pensó que no era capaz de hacer el personaje? -Lo peor fue pensar que estaba interpretando a una persona real, que no era un personaje. Tenía que tomarme en serio este papel porque quería estar a la altura de la responsabilidad. -¿Cuál es su posición frente a la pena de muerte? -Estoy en contra, y trabajar en esta película no ha cambiado mi forma de pensar, al contrario, la ha reafirmado. -¿Dejará a un lado su trabajo para darle prioridad a la familia? -Mi vida privada siempre ha sido importante. Nunca, ni al principio, el trabajo ha tenido prioridad. -¿Le han dado seguridad los premios que ha recibido este año y la posibilidad de ganar un Oscar? -Sí, pero antes de interpretar Monster ya me sentía afortunada. No he dejado de trabajar en los dos últimos años, pero soy un ser humano y como todos tengo inseguridades que trato de superar. -¿Alguna vez pensó que no alcanzaría el éxito? -Siempre he intentado evitar caer en el estereotipo, pero Hollywood es muy dado a encasillar a los actores. Después de trabajar en Two days in the valley, durante dos años sólo me ofrecieron personajes con fuerte carga erótica, y tuve que decir no a casi todo. Me sentí apresada en la categoría de ex modelo, que es una especie de estigma del que afortunadamente pude escapar a tiempo.