Dan Brown no cometió plagio al escribir «El Código da Vinci»

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Fue demandado por inspirar su obra en «El enigma sagrado» El juez consideró que los derechos de autor no amparan las investigaciones históricas

28 mar 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

El escritor estadounidense Dan Brown no cometió un plagio al escribir su famosa novela El Código da Vinci, según resolvió hoy el Tribunal de Apelación de Londres. El recurso contra el editor y el escritor del libro había sido presentado por dos de los tres autores de The Holy Blood and the Holy Grail (1982), publicada en español como El enigma sagrado, Michael Baigent y Richard Leigh. Ambos sostenían que el autor había fundamentado la novela en sus investigaciones. Al perder el recurso, los dos autores deberán asumir ahora el pago de las costas de este juicio, alrededor de unas 600.000 libras (unos 900.000 euros) que se suman a los gastos del juicio anterior, casi tres millones de libras. Baigent y Leigh recurrieron el pasado enero una sentencia del Tribunal Superior que exoneraba a Brown de plagio en la elaboración de su novela. Consideraban que el grueso de la trama de la obra que encumbró al estadounidense se basa en las tesis que ellos defienden en su libro, y que están protegidas por los derechos de autor. Ambas obras plantean que Jesucristo sobrevivió a la crucifixión y se casó con María Magdalena, con la que tuvo un hijo cuya descendencia ha continuado hasta la actualidad gracias a la protección de una orden secreta denominada Priorato de Sión. Los abogados de Baigent y Leigh aseguraron que el juez, en la primera sentencia, había emitido un veredicto equivocado al centrar el caso en evaluar si el tema podía protegerse a través del derechos de autor. Según los letrados, no es el tema de su libro sino el trabajo de investigación y las hipótesis lo que está protegido, y su apropiación indebida por otro autor equivale a un plagio. El juez explicó que los derechos protegen la forma y contenido original del trabajo de Baigent y Leigh. Pero, así mismo, no les permite monopolizar la investigación histórica y prevenir el uso de material bibliográfico e histórico. En el primer juicio ya se considerara que el materia extraído de El Enigma Sagrado eran muy generales y abstractos como para ser protegidos por la Ley de Derechos de Autor.