¿Cuánto y cómo estudian Rafa y Orestes para llevarse el bote de «Pasapalabra»?

P. V. REDACCIÓN

TELEVISIÓN

Orestes, concursante de «Pasapalabra» que opta al bote millonario
Orestes, concursante de «Pasapalabra» que opta al bote millonario

Antena 3 ya ha anunciado que esta semana se entregará el premio, auque todavía se desconoce el día exacto en la que se emitirá la gran final entre Orestes y Rafa. Los dos concursantes que optan al mayor bote de la historia del concurso no tienen problema en hablar de su método para memorizar y repasar las palabras

15 mar 2023 . Actualizado a las 12:21 h.

Pasapalabra es más que un concurso. Para muchos de sus participantes es ya una profesión. Lo que empezó como un programa de televisión que podría parecer ideal para los asiduos a los crucigramas diarios, se convirtió en todo un tour de force al que sus concursantes tenían que dedicar muchas horas de estudio diario, casi como si fuera una carrera o una oposición. ¿Cuál es el método que siguen los que quieren llevarse el rosco?

La respuesta se la revelaron a Pablo Motos los concursantes actuales, Rafa Castaño y Orestes Barbero, cuando acudieron a El Hormiguero. «En la primera fase del programa, en la que yo tenía que entrar y Orestes ya llevaba bastante rodaje —explicó Rafa— le eché muchas horas, entre ver roscos antiguos y estudiar: eran unas 12 o 14 horas al día, sin parar los fines de semana». Aunque, como él mismo indicó, no todos los días son iguales: «Hay que entender que la cabeza tiene su propio ritmo, y había días que no estudiaba o que echaba muchas menos horas».

De todas formas, el intenso ritmo de las primeras semanas, muy importante para entrar y permanecer semana tras semana, no se mantiene siempre. «Ahora ya echo muchas menos horas, porque ya he estudiado muchas cosas», matizaba Rafa, «ya noto la carga mental de tener tantas palabras en la cabeza, y de tener que retenerlas y acordarte de ellas».

Ahora, según explicó Rafa, las horas de estudio son muchas menos. «Unas dos o tres horas al día». Y, como para todo, las nuevas tecnologías han venido al rescate para optimizar la memorización y el repaso. Según han explicado los propios concursantes actuales de Pasapalabra, cuentan con una app para el móvil que les sirve para repasar todos los términos que tienen ya en su cabeza, y de forma más amena. Esta aplicación, en la que previamente han introducido multitud de términos que ya conocen u otros que quieren aprender, les presenta una definición aleatoria y la letra por la que empieza la palabra, que ellos deberán escribir. Un método ideal para utilizar en sus ratos libres, «en los caminos de ida y vuelta al plató o antes de acostarse», explicó Orestes. «Ahora mismo, tengo guardadas más de 103.000 palabras», reveló Rafa. Y con muchos niveles de dificultad. «Hay palabras fáciles y difíciles». 

Porque, aunque parezca mentira, muchas veces las que se atascan en el momento del rosco no son palabras especialmente imposibles. Eso es lo frustrante para ellos. «Eso es otra; tienes que acordarte de las palabras cuando te pregunten, porque nos ha pasado algunas veces que no la hemos dicho y la teníamos estudiada», comentó el concursante. Y, en ocasiones, uno de ellos sabe perfectamente cuál es la palabra que le falta al otro.

Una de las claves es, sin duda, la constancia, porque «cuanto más memorizas, más fácil es», explicó el otro concursante del momento, Orestes. «Cuanto más construyes en tu cabeza, más ensamblaje tienes para que los nuevos conocimientos se vayan aplicando; no es como partir de cero».

Y da la otra gran clave para ser todo un experto en la memorización: el sentido del humor. «Cuanto más tengas, más fácil es que se te ocurran nuevas reglas mnemotécnicas».

Y, ¿qué es lo que estudian? El diccionario de la RAE, el María Moliner, pero también listas de palabras o de personajes. «Lo último que estoy haciendo es repasar listas de atletas ganadores de oros en los Juegos Olímpicos, que son como unos 1.200 nombres», desveló también Rafa.

«El caso es no darse grandes panzadas, sino más bien tener una base de cultura general y de léxico amplio», según Orestes, que cree que es la única forma de poder «enfrentarse a la dinámica del juego».