A los políticos les asustan las series

Mikel Labastida VALENCIA / COLPISA

TELEVISIÓN

Javier Cámara protagonizó una de las úlitmas series políticas, la trilogía de comedia «Vota Juan», «Vamos Juan» y «Venga Juan»
Javier Cámara protagonizó una de las úlitmas series políticas, la trilogía de comedia «Vota Juan», «Vamos Juan» y «Venga Juan» .

Los guionistas aseguran que se huye de los proyecto conflictivos

02 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

No tardaremos en ver una serie en la que se narre cómo se gestó la renuncia de Biden a repetir cargo en la Casa Blanca. U otra basada en la crisis en el Gobierno de Macron tras las elecciones europeas. Porque hemos visto unas cuantas ficciones americanas, francesas o británicas basadas en hechos y figuras políticas relevantes y recientes. Será más difícil, sin embargo, que la trama en torno a la causa de Begoña Gómez salte a la pantalla. O que alguna cadena o plataforma dé luz verde a un guion inspirado en lo sucedido con el novio de Ayuso. En España tenemos déficit de historias políticas. Se pueden contar con los dedos de una mano las excepciones. ¿Por qué sucede algo así en nuestra industria y no en otras? El tema es recurrente. Y tras él las mismas dudas y pocas respuestas certeras.

Hace unas semanas el guionista Nacho Faerna acudía a las redes sociales para lamentar que lleva diez años tratando de vender un proyecto de serie de estas características sin ningún éxito. Y halló consuelo —por decir algo— entre varios compañeros que habían realizado intentos similares con idéntico resultado. «La primera vez que presenté este proyecto a una plataforma se pasó un consejero, o alguien importante, por el pitch —que es como se denomina a la presentación verbal ante productores o ejecutivos de una idea para una película o serie de televisión—. Llevábamos dos proyectos, uno de ellos era La coalición. Él lo señaló, dijo ‘este es el que deberíamos escoger’ pero a ver cómo lo explicamos en el consejo. Yo me ofrecí a ir y explicarlo, pero no sucedió». Así resume Faerna una de las muchas reuniones en las que ha peleado por sacar adelante la serie. Autor de propuestas como La fuga o La piel azul, curtido en clásicos como El comisario y Amar en tiempos revueltos, todo parece indicar que con La coalición le tocará esperar. «He ido actualizando el texto, le he cambiado el título y he abierto la posibilidad de que sea una película. Ahora se llama Año Cero», comenta resignado. Su caso no es el único.

Miedo a molestar

«Es muy difícil que te compren un proyecto de estas características, lo que es un reflejo de nuestra sociedad, todo está muy politizado y polarizado y da miedo molestar», asegura el productor Ramón Campos cuando se le menta la serie sobre Podemos que desarrollaron desde su productora, Bambú, que ha estado detrás de éxitos como El caso Asunta, Velvet o Las chicas del cable. «Nos suelen decir no a este tipo de propuestas. Los que ‘‘compran’’ las series no son los dueños de las cadenas y no quieren cabrear al jefe. Existen acuerdos con otras empresas o con el propio gobierno que no tienen por qué conocer los que compran las series», añade.

«Hay temas, como el rey o Franco, con los que creo que nadie se atreve. No deben haber visto The Crown. O piensan que aquí no sabríamos hacerlas... Bueno, sí sé una cosa: la ausencia de riesgo. Yo estoy convencidísimo del efecto popular de estas series. Y de la necesidad de hablar de nuestra realidad. Pero el ‘‘no molestar’’ prevalece», argumenta Javier Olivares. En julio del 2021 se anunció que el libro de Pilar Eyre Yo, el rey contaría con una adaptación audiovisual de la mano de Mediapro y con Olivares al frente. En aquellos momentos se encontraba en fase de preproducción pero ya se avanzaba que se convertiría en una serie de tres temporadas con diez capítulos cada una. La opción llegó a presentarse a varias plataformas pero finalmente ninguna accedió a continuar con la producción.

«Hay que hablar con demasiada gente para cada proyecto. Y el ejecutivo español debe hacerlo con otro de Londres, o de Noruega, yo que sé. Y piensan en mercado, no en creatividad... Como si la creatividad no fuera la que logró que existiera este mercado», lamenta Olivares, que se ha topado con varios noes para otros trabajos con tintes políticos, como uno sobre Franco, otro sobre el período tras la dictadura franquista (Nadie sabe nada contaba la transición como una de espías, hablando del peso que los EE.UU. tuvieron en ella), y otro sobre corrupción, privatizaciones y puertas giratorias.

Montse García es directora de ficción de Atresmedia TV. Por ella han pasado algunos éxitos recientes, como La ruta o Cardo, que abordan periodos históricos próximos o tramas más sociales. Le preguntamos si es verdad que plataformas y cadenas no se atreven con las series políticas. «En España nos hemos atrevido a hacer series mucho más arriesgadas y que tocan temas mucho más sensibles que una serie política. Y creo que ese atrevimiento ha sido parte fundamental del éxito internacional de la ficción española en estos años. La política está presente en nuestras series. solo tienes que ver ficciones como Fariña o como Las noches de Tefía», explica. «Si no se hacen tantas series sobre política aquí no es por falta de atrevimiento, es por falta de demanda. Se han hecho y se hacen, pero es un género que no termina de funcionar. Quizá porque estamos tan saturados de nuestra propia política», concluye.

¿Y los políticos?

También hemos tocado su puerta. Y nos han respondido Borja Sémper, vicesecretario de Cultura y portavoz del PP, y Victor Camino, secretario general de Juventudes Socialistas de España. «Probablemente no hay series políticas en España porque es difícil competir con la realidad. ¿Qué serie podría mejorar que la mentira sea cambiar de opinión o que un presidente del Gobierno escriba una carta y desaparezca cinco días para reflexionar? Lamentablemente, esto no es una serie. Es la situación que vive España», indica Sémper. ¿Habría llamada desde los despachos de los políticos si finalmente saliese adelante un proyecto así? «La derecha está fiscalizando todo, tiene una manía persecutoria. Hay muchos agentes pujando por la polarización, que quieren que se traslade la idea de que la política no sirve», argumenta Camino, que abre la puerta a que TVE abandere un proyecto de estas características. «Lo ha hecho ya de una forma sibilina en títulos como Cuéntame, El Ministerio del Tiempo o La República».