Antonio Orozco confiesa en «La revuelta» la superstición que le acompaña en los escenarios: «Si no tengo calcetines a rayas, cojo un rotulador y las pinto»
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El cantante visitó el programa de David Broncano para presentar su primer libro, «Inevitablmente yo»
02 oct 2025 . Actualizado a las 12:12 h.Antonio Orozco visitó este miércoles el escenario del Teatro Príncipe Gran Vía para presentar en La revuelta su primer libro, Inevitablemente yo, una autobiografía en la que cuenta los años más oscuros de su vida. «Cuando tocas fondo, lo único que te queda es ir hacia arriba. Y la historia que cuento en este libro es la historia más increíble que he vivido: empezar de cero… de verdad».
Una circunstancia que le hizo recurrir a la psicología para salir del sitio donde se encontraba y que ahora cuenta en el libro. «Aquí no hay acordes que suavicen las palabras». También habló sobre su hijo, hizo reír a la audiencia, presentó su nuevo disco, El tiempo no es oro, y su tour, La gira de mi vida.
La entrevista comenzó bailando bachata, Broncano ya había estado bailando con tres señoras antes de que entrara Antonio. Esa misma noche, después de la entrevista, Antonio tenía un concierto benéfico contra el cáncer. El compositor no se atrevió a hacer su entrada al plató a través del tobogán porque le daba «mucho respeto» caerse. «Prefiero estar bien con el pie. Me he roto el tobillo dos veces actuando. La primera vez, me lo rompí en San Juan de Puerto Rico. Me rompí el tobillo en la segunda canción, entonces me infiltraron, recuerdo porque era un dolor bastante agudo», contó el cantante entre risas. El programa mostró unas imágenes del artista cantando sentado en una silla mientras era atendido por médicos de la Cruz Roja en un escenario «Aquí me lo vendaron sobre la marcha y ahí pude terminar el concierto completo también», dijo Orozco, que explicó que esa había sido su segunda lesión.
Desde aquellas lesiones, una curiosa superstición le acompaña. «El primer día en San Juan de Puerto Rico alguien que pasó por el camerino me dijo: "¿Vas a salir con esa camiseta amarilla?"». Hasta ese momento Orozco cuenta que no era maniático, pero, tras lesionarse en el escenario, admitió que nunca más utilizó una camiseta amarilla y ahora siempre que tiene un evento importante necesita llevar calcetines de rayas. «Una vez hice algo que me fue muy bien y desde entonces tengo esa fijación. Fíjate el punto al que llega que si no tengo calcetines de rayas en el momento, cojo un rotulador...», confesó en La revuelta.
El jurado de La voz, que se encuentra grabando en estos momentos La voz kids, le hizo uno de los mejores regalos al programa. «Ha sido difícil elegir el regalo porque yo veo todas las cosas que tienes aquí que te han regalado. Entonces este tiempo pensé: "Le voy a llevar a David una cosa que también me regalaron a mí y me hizo un montón de ilusión"», dijo el cantante explicándose. El catalán le regaló una cámara de fotografías polaroid para sacar imágenes instantáneas con los próximos invitados del programa.
Tras jugar a seleccionar una parte aleatoria del libro para leer, les tocó una frase vinculada a los espíritus de las canciones antiguas. «Una canción que se supone que en un momento te había dado todo, se convierte en una pesadilla», dijo e hizo referencia a lo difícil que es no comparar las nuevas canciones con las antiguas que el público ya conoce y conecta con ellas.