Lydia Delgado presenta sus «Shangai girls»
14 feb 2008 . Actualizado a las 11:28 h.La brasileña Gloria Coelho, primera diseñadora extranjera que participa en la Pasarela Cibeles de Madrid, coincidiendo con la invitación a Brasil en la feria ARCO, presentó este miércoles una colección inspirada en la fotógrafa Diane Arbus y la reina Isabel de Inglaterra.
Coelho, que en agosto participó en la Pasarela LatinoAméricaFashion, integrada en la Cibeles y reservada a diseñadores de esa región, ideó esta colección otoño-invierno 2008/2009 desde las «emociones» que le provocó la película «Retrato de una obsesión» («Fur: an imaginary portrait of Diane Arbus»), rodada en 2006 por Steven Shainberg e interpretada por Nicole Kidman.
Negros y blancos se combinan con grises, granates y azulones en unos vestidos cortos que utilizan el tul, organzas y terciopelos cubiertos con pequeñas flores de plástico, lentejuelas y cristales, todo ello con abrigos de diferentes pieles (sintéticas).Con todo, los diseñadores brasileños ofrecen «un trabajo manual» y «un proceso artesanal que los europeos adoran», además de su variada moda de playa.
Coelho, que desfila en París desde hace años y vende a varios países de todos los continentes, espera con este desfile «ampliar la posibilidad de abrir más mercado en España», donde de momento tiene sólo un cliente.
Lydia Delgado
Lydia Delgado ha bautizado a la mujer de su nueva colección como «Shangai girl», y para ella ha creado el desfile «El perfume de Pandora», atrapando la esencia de Oriente con unos vestidos de satén seda en los que no faltan los flecos años 20.
Como un homenaje a la diseñadora norteamericana Iris Apfel, que también se caracterizaba por combinar distintos estilos, Lydia Delgado ha vestido a sus modelos con minigabardinas de cuadros de Gales, largas faldas pantalón que llegan al suelo, vestidos a la rodilla o cortísimos shorts.
En el festival de sensaciones del desfile de la diseñadora barcelonesa, uno de los más aplaudidos hoy, los tejidos «patchwork» se unen a blusas plisadas de seda y con estampados de flores y plumas.
Venganza, Látigo, Farolillo, Malaquita, Seda y Opio son algunos de los nombres de unas prendas muy femeninas, destacando los vestidos orientales, con cintas y flecos que se arrastran bailando por el suelo, y adornados con pedrería cosida a mano.
El gris perla, el negro y el fucsia han sido los colores elegidos para estos vestidos orientales-franceses. El naranja fuerte ha coloreado un amplio kimono, mientras que el blanco y el negro brillaban en unos originales shorts que por delante parecían mantones de Manila.
Los abrigos de Lydia Delgado para el próximo otoño-invierno se abrochan con botones lacados, y en el modelo más largo, de color negro, se exhiben unas cintas entrelazadas por donde poder pasar una cinta de seda a manera de elegante cinturón.
Como principal complemento, la diseñadora decora el cuello de la mujer con collares de muchas vueltas, creados con cuentas blancas de pasta, a veces combinadas con estaño y flores.
Carmen March
Carmen March se ha inspirado en la Naturaleza y, en concreto, en el mundo de los insectos para presentar sola, por primera vez, una colección completa en la Pasarela Cibeles, cuyas formas, colores y texturas deslizaban a las modelos hacia el centro de la Tierra.
La diseñadora mallorquina, quien antes del desfile ha afirmado sentirse «tranquila y feliz» por poder hacer todo lo que quiere, contempla el próximo otoño-invierno con paños de lana, neoprenos y sedas estampadas para unos volúmenes, a veces con acolchados, que asemejan los caparazones de las cucarachas o las alas de las mariposas.
Carmen March ha elegido los colores del otoño en el frambuesa, el mora y el castaña, todos a juego con la colección de joyas que ha diseñado para la firma Suárez, en oro rosa, y que hoy han lucido todas sus modelos.
Para los estampados ha elegido los tonos minerales como pizarra, grafito y azul, evocando el viaje al centro de la Tierra de Julio Verne. Carmen March se ha dejado llevar asimismo por su pasión por la ciencia-ficción, enmarcando su desfile en una máquina del tiempo.
Toda la colección ha sido corta, muy corta, especialmente las faldas y los vestidos, pero las medias tupidas, las botas mosquetero y los larguísimos guantes de piel no dejaban ningún atisbo a la carne femenina.
El vestido verde claro de organza en tres capas cosido a mano ha llamado mucho la atención, al igual que el abrigo que lo cubría, hecho en neopreno negro forrado en organza.
La diseñadora ha cosido sobre sus vestidos piedras como el ágata y el ónix junto a perlas de diferentes formas -«esta vez he huido de los cristales», ha comentado-, consiguiendo de nuevo el efecto caparazón para la silueta de la mujer del próximo invierno.
Carmen March, que el próximo mes de marzo abrirá en Madrid su propia tienda prêt-à-porter, no ha olvidado los pantalones largos, diseñándolos muy anchos y ciñéndolos a la cintura con amplios cinturones de la misma tela, especialmente en tonos granate.
Pinzas y cortes daban volumen y exageraban todas las formas de unas prendas hechas para seducir con originalidad. No faltaban como complemento los pequeños bolsos de mano con forma de escarabajo, realizados en cuero troquelado de suaves tonalidades.
Ailanto
Los gemelos Aitor e Iñaki, integrantes de la firma Ailanto, se han inspirado en la estética del Nueva York de los setenta que tan bien puso en escena Faye Dunaway como la fotógrafa de moda protagonista de «Los ojos de Laura Mars» para su nueva colección de ropa, en la que priman la mezcla de texturas y el look urbano.
Cortes y tejidos retro junto con una pata de gallo actualizada y múltiples rayas marcan las nuevas tendencias de la firma, según explicaron a Efe sus dos diseñadores antes del desfile de su colección para el próximo otoño-invierno presentada hoy en la Pasarela Cibeles.
Ailanto recrea la atmósfera de la ciudad de los rascacielos de finales de los 70 y principios de los 80 en vestidos con estampados de flores, camisas y sobre todo en sus faldas-pantalón dominadas por los cuadros y los estampados en jackard con hojas y especialmente en sus tejidos vaqueros.
La informalidad y la mezcla de texturas es la protagonista absoluta de su ropa, pensada para el día al día, al combinar a la perfección distintos materiales como la lana, el punto, el matelassé con dibujos de cuadros y flores y la organza o la seda para sus diseños más festivos, en los que predominan los plisados.
Las prendas de Ailanto, a imagen de la fotógrafa Laura Mars, se visten con abrigos-capas en tonos negros y marrones que, coordinadas con botas altas o con zapatos, dan un look joven a sus diseños, en los que no faltan los tradicionales bolsos de reportero gráfico en ante y napa llenos de bolsillos para guardar los múltiples accesorios de las cámaras.
Sobre el escenario, una cinematográfica puesta en escena del Nueva York de la época a través de una galería de arte ambientada con cuadros que cuelgan de sus paredes y con la fotógrafa y su asistente como protagonistas.
Ailanto juega con la superposición de prendas, la amplitud de volúmenes y la mezcla de tejidos para combinar chalecos de cuadros con camisas de organza, capas largas o cortas y vestidos con abundancia de pliegues y estampados de flores, todo ello adornado con el típico gorro inglés ya sea liso o a cuadros.
En los colores, los gemelos Aitor e Iñaki dan preponderancia a los azules, verdes, marrones y rojos, tanto para las prendas de vestir como para sus cuidados complementos, reservando el negro para sus diseños de noche y algunos accesorios, como botas, bolsos, bufandas o viseras.
Al término del desfile, los integrantes de Ailanto desmintieron las últimas informaciones que hablaban de una inminente separación de la firma y lamentaron el perjuicio causado por estos rumores sin fundamento, a la vez que garantizaron su continuidad y su unión en el mundo de la moda.