
Que no te engañen, el tono zanahoria nunca fue tendencia, aunque algunos famosos no dejaran de intentarlo. Ahora, lo que se lleva es un bronceado natural y casi tan real como unas vacaciones al sol de Capri, Ibiza o Copacabana
15 abr 2014 . Actualizado a las 19:55 h.Con el verano tocando a la puerta de la primavera, la tez blanca comienza a ser un mal recuerdo de un largo invierno que hay que despedir con un tono de piel más dorado. El primer día de playa se acerca y con él, el miedo a ser la única persona blanca en toda la arena. Sin la posibilidad de irse a una isla paradisiaca y desierta, hay que buscar soluciones y remedios para no pasar por el difícil trago del primer paseo en bañador. Los rayos uva y los autobronceadores son las salidas sencillas para evitar la timidez de las primeras horas al sol.
Pero si nuestros bolsillos no nos permiten las sesiones ultravioletas, la idea de los autobronceadores no es del todo descabellada. Lejos quedan aquellos tiempos en los que aplicarse estas cremas era casi sinónimo de obtener un tono anaranjado lejano del ideal y envidiable dorado playero. Es cierto que durante la década de los 90, ciertos estandartes creadores de tendencia, como Victoria Beckham o Donatella Versace, impulsaron esta moda en la que la idea era estar moreno a toda costa aunque fuera como un tizón o con un tono enfermizo tirando a una coloración naranja zanahoria.
Afortunadamente y para suerte de todos, los gustos y los autobronceadores han evolucionado. Y que no te engañen, porque ha sido un alivio para todos. Ahora, la moda es un bronceado sutil, el conocido como «au-tan», es decir, de otoño, el que se coge a base de pasear bajo el sol o lo que viene siendo un matiz natural. Pero no solo el tono de piel se ha revolucionado para bien. El autobronceador también ha cambiado: ya no tiñe de anaranjado y tampoco provoca desconchones en las rodillas y otras extremidades.
Su elaboración se ha modificado para conseguir resultados sobresalientes y que ofrecen una terminación casi real, luminosa y propia de unas vacaciones al sol. Sin embargo, y a pesar de todos los progresos, para aplicar el autobroceador hay que seguir cumpliendo con tres sencillos pasos para lograr un final perfecto. Exfoliar e hidratar la piel para finalmente aplicar el producto extendiendo el producto hasta su total absorción aplicando menos cantidad en las zonas de codo, tobillos y rodillas.
Sin efecto artificial o naranja
Sin buscar un final artificial, sin mal olor y sin efecto naranja, la nueva línea de autobroceadores Lancaster -disponible en El Corte Inglés- permitirá disfrutar esta primavera/verano de un bronceado natural, dorado y luminoso que podremos lucir a lo largo de los 365 días del año. En tres gamas disponibles para el rostro y para la cara y el cuerpo, esta línea de productos «a la carta» se acomoda a nuestros requisitos y al tono que buscamos.
Si queremos lucir un color light propio de paraísos de glamour, como si hubiésemos disfrutado de los aires italianos del Mediterráneo, Capri deslumbrará la piel y bronceará de forma suave consiguiendo el ideal para las personas con piel clara. La gama Ibiza nos deja un color medio propio de esta isla paradisíaca que propone un bronceado luminoso. Para un broceado más intenso, la solución es Copacabana para pasearnos todo el año a ritmo de las playas brasileñas.