Cierto, termina el 23 de septiembre, pero agosto marca, extraoficialmente, el punto y final de la estación del buen tiempo y las celebraciones por doquier
29 ago 2014 . Actualizado a las 17:18 h.Aunque este año el verano termina el 23 de septiembre, lo cierto es que el final de agosto marca de manera extraoficial el desenlace del periodo estival. Y con el punto y final a la mejor estación del año -y quien diga lo contrario, miente cual bellaco- se van los mejores tres meses del año. ¿Que por qué? La respuesta es sencilla, ya que durante estos tres meses coinciden en lugar y hora las vacaciones de 30 jornadas, el buen tiempo, las fiestas diarias en cualquier parte de la geografía nacional, las sesiones de cine al aire libre y el terraceo nocturno sin fin. Aunque nos cueste asimilarlo, y algunos incluso sufran la temida depresión postvacacional, lo cierto es que es tiempo de decir adiós. A no ser que vivas en un lugar donde el verano sea permanente hay que decir ya adiós a la playa, adiós al sol, adiós a las sandalias sin calcetines, adiós a los vestidos cortos sin medias, adiós a las comidas al aire libre o adiós a los tradicionales y jóvenes amoríos estivales.
El otoño acecha, aunque con 23 días de margen, podemos ir empezando ya a planificar cómo despedir decentemente al verano hasta el año que viene. Y es que como las Navidades y el turrón, el estío siempre vuelve puntual a finales de junio. Después de tres intensos meses de arenal en arenal, de toalla en toalla y de celebración en celebración, las ideas se agolpan y las opciones se multiplican para realizar una gran fiesta -en El Corte Inglés también podemos encontrar más posibilidades- y hacer así más llevadera la transición entre estaciones. Y es que al final, entre amigos, el mundo es menos gris y la lluvia hasta es agradable.
Fiesta hippie
Para los amantes de la década de los 60, nada mejor que una fiesta por y para festejar el final del verano que al ritmo de una celebración hippie. No hay mejor opción, ya que la organización vendrá casi dada. El jardín de casa es el escenario ideal y el único requisito en la decoración será apostar por un todo a color y flores, muchas flores, y, para los más arriesgados e innovadores, incluso un par de muebles con luz -que están tan moda en la actualidad- para darle el toque chic y brillante a la que, previsiblemente, será la celebración del año.
El resto viene dado. La música, como no, de los años prodigiosos haciendo hincapié en los éxitos de rock psicodélico, groove y folk. En cuanto al «dress code», los invitados, y los anfitriones, no deberán romperse la cabeza: ropa con flores, de colores brillante y de estética psicodélica o desteñida, para los más arriesgados.
Fiesta «disco»
Recordar los años 70 también puede ser una de las temáticas más apropiadas para organizar una fiesta de despedida para el verano. Como John Travolta en Fiebre del Sábado Noche, solo habrá que reservar algún local, o tirar de contactos para conseguir uno, y decorarlo a base de una bola «disco», focos de colores y algún mueble de luz para obtener el espacio perfecto para decirle adiós por todo lo alto al verano.
En cuanto a la música, ¿acaso cabe alguna duda? Cualquier hit de la amada década de los 70, con los Bee Gees a la cabeza, para poner a todos los invitados a bailar. Para el «dress code», ¿recuerdas, por su fotos, como vestían tus padres cuando de jóvenes se iban de fiesta? Quizás va siendo hora de atracar su armario o, mejor aún, inspirarte en ellos y apostar por una combinación entre sus looks y el de John Travolta. Éxito asegurado.
Fiesta bohemia
Para los más romántico, la opción es fácil: ¿qué mejor que una fiesta de temática bohemia? Recuperar así a toda esa generación de principios del siglo XIX que adoptó esa actitud reaccionario en casi todos los aspectos de la vida. Ahora, dos siglos después, el manifiesto de este movimiento explico que un bohemio vive lujosamente pero con irreverencia, siendo además desinhibido, creativo y libre. Con estas pautas, nada mejor que nuestra propia casa ?con el salón como centro- para organizar esta especial fiesta de despedida del verano.
La decoración prácticamente vendrá dada por los adornos que tengamos, ya que ¿a quién pretendemos engañar? Hacemos una fiesta bohemia, porque somos bohemios. Así, un par de velas para darle un toque festivo y unos platos con campanas para que nuestras tartas y cupcakes luzcan como obras de artes, y obtendremos el escenario perfecto. En cuanto a la música, tampoco habrá que romperse mucho la cabeza: nuestro Spotify estará lleno de éxitos apropiados para esta celebración. Si dudamos, podemos apostar por la banda sonora de The Great Gatsby con la voz única de Lana del Rey a la cabeza. En cuanto a la etiqueta, tampoco hay que romperse mucho la cabeza: una camiseta o blusa de múltiples colores -mejor en tonos pasteles-, un vaquero gastado y muchos accesorios.
Fiesta surfera
Nada mejor que despedirse del verano que con una fiesta surfera en la playa. Aprovechando el buen tiempo que llega con estos últimos días, este tipo de celebración puede ser la excusa perfecta para reunir a todos nuestros amigos pensando aún que estamos en junio cuando septiembre ya toca a la puerta. Con el escenario como decoración principal, para darle el último toque nada mejor que apostar por la inspiración californiana con alguna tabla de surf así como flores y pequeños árboles combinados con sillones, muebles con luz propia y luces de colores.
La elección de la música, en este caso, puede ir más según el gusto personal ya que se puede jugar con los hits de este verano o alejarse recordando viejos éxitos con el verano y la playa como nexo de unión. El vestuario tampoco será muy complicado: recupera lo último que has guardado en el armario, es decir, un vestido o un short, unas sandalias para dejar tiradas en una esquina, y el bikini como elemento central del look. Y es que en esto tipo de fiestas surferas en la playa, la posibilidad de terminar secos la noche es impensable.