Una defensa frágil, un ratón del área y el cambio de Oltra

Xurxo Fernández Fernández
xurxo fernández A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

Rubén Castro abusó del inexperto Roderick para desequilibrar el encuentro

03 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El año pasado, cuando la vida discurría en el pozo, la libreta de Oltra tenía un punto fijo. Si el partido estaba reñido o el Dépor iba perdiendo, el técnico retiraba un defensa para meter un delantero. El rendimiento del cambio nunca quedó demostrado, pero al menos no chirriaba en un equipo que era cabeza de ratón frente a rivales encerrados ante el empaque blanquiazul. Un año después, con el Dépor amarrado a la cola de Primera, el relevo que ayer ordenó el míster no se tradujo en dominio, sino en desconcierto. Con Bergantiños dando un paso atrás y Abel fundido por la tarea de limpiar una medular que Mel fue poblando de estorbos. Estorbos como Beñat, internacional con la campeona del mundo que ayer apenas apareció hasta que le regalaron césped de sobra para un atracón. Cosas (esa y otras) del salto de categoría.

El regreso de castro

Doble castigo del canario Una categoría en la que el Betis marcha en zona de Liga de Campeones con argumentos como Rubén Castro. El de Las Palmas llegó por primera vez a Riazor en el 2004 para completar la legión canaria, pero nunca encontró acomodo como blanquiazul y se pasó seis años de ida y vuelta entre continuas cesiones. Un periplo que concluyó con su fichaje por los del Villamarín en el 2010. En el estadio sevillano es todo un héroe. Y como tal volvió ayer a A Coruña, donde demostró sus virtudes rematando dos pases de Nacho para empezar a tumbar a su ex equipo.

Otro desastre en la zaga

Roderick pagó la novatada. Los dos primeros goles de los de Mel tuvieron varios denominadores comunes, más allá de los nombres de su anotador y su asistente. También coinciden en ambas jugadas el carril libre que encontró el lateral bético, con Laure fuera de sitio y (otro día más) sin auxilio en las coberturas, y la falta de resistencia que opuso la zaga ante los remates de Castro.

En el primero, Roderick contempla cómo un futbolista al que le saca más de quince centímetros, se eleva y cabecea delante de sus narices. En el segundo, el fallo es en cadena. Nacho avanza solo por su banda y Aythami tarda un mundo en decidirse a cortar su progresión. Cuando arranca, se queda a medio camino y es Roderick el que debe asumir el hueco a la espalda del canario. Pero el portugués está lentísimo a la hora de bascular y todavía se encuentra a un par de metros de Castro cuando este mete el pie para hacer el 0-2.

En el 2-3 fue Ayoze el que se entregó a tareas contemplativas dando espacio de sobra a Campbell para disparar.

Falta de fuelle y fortuna

Sin depósito tras el cambio . Oltra explicó tras el partido que había ordenado a Bergantiños cubrir una posición intermedia «entre defensa y mediocentro». El coruñés, que hasta la entrada de Bodipo había hecho un buen encuentro, pasó a estar perdido y aparecieron nuevas lagunas en un conjunto falto de fuerzas después de haberse vaciado sobre el césped. Fatiga evidente en un jugador como Valerón, soberbio en la primera parte y casi desapercibido en la segunda. El Dépor quedó partido en dos y a los jugadores les costaba recuperar la posición en las contras. Como en esa en la que solo el enorme sacrificio de Gama impidió que Laure se viera desbordado por Campbell y Castro, que ayer se cebó con su ex.