Pese a la dolorosa derrota, el Dépor mejoró en varias facetas de su juego
24 feb 2013 . Actualizado a las 21:21 h.Durante muchos minutos, Riazor contempló el encuentro frente al Real Madrid como el inicio del final del túnel. El resultado dictó lo contrario, pero hubo detalles y sensaciones que dieron al menos alimento para el «sí se puede» que despidió a los jugadores desde la grada.
El planteamiento
Solidarios y a la contra
El Dépor utilizó ante el Madrid la misma receta que dio frutos frente al Málaga. Un equipo ordenado, muy bien plantado en defensa, sin arriesgar en el centro del campo y rápido a la contra. La idea funcionó a la perfección en la primera parte. Después, las fuerzas empezaron a ceder, sobrevinieron las lesiones, y Mourinho borró del campo a los meritorios para dar entrada a sus mejores hombres.
El cóctel acabó superando a los de Fernando Vázquez, aunque por momentos sí se vio ese salto que reclama el técnico para mantener la esperanza. Orden, solidaridad e intensidad para buscar la salida del pozo.
Portería
Dos intervenciones salvadoras
Nadie exigió a Aranzubia durante tres cuartos de hora, pero en el minuto 46 el meta vasco ya tuvo un anticipo de lo que sería la segunda mitad. Un balón llovido acabó en los pies de Callejón, dentro del área blanquiazul. Al extremo se le fue el control un poco largo, lo suficiente para que el meta pudiera tapar su portería en el remate.
Así mantuvo el Dépor su ventaja hasta el descanso y del mismo modo estiró el empate después de que Cristiano se deshiciera de Bergantiños y Marchena para encarar a Aranzubia. Dani estuvo fenomenal tapando el chut raso del portugués.
Defensa
Un lateral y las circunstancias
Enfrentado a Di María y Callejón, bandas intercambiables, Ayoze mostró argumentos para quedarse con el puesto de lateral izquierdo en el Dépor. Eficaz al corte y atinado en las subidas y en la basculación defensiva (así le limpió un par de balones a Higuaín). El peligro llegó por la otra banda.
Una zona en la que Bergantiños, que ya ha sido portero y central esta temporada, se encontró fuera de lugar. Perdido en el cierre y demasiado acostumbrado a venirse al centro.
Centro del campo
Por fin hubo reparto de tareas
Sumar a Bergantiños y Assunçao no le había traído buenos resultados a Paciência y tampoco los dejó en el estreno de Vázquez, en el Pizjuán. Los dos asumen las mismas tareas y pelean por el mismo espacio. Ayer el técnico se decantó por el brasileño junto a Abel Aguilar.
El colombiano no es el de principios de campaña, pero tiene llegada y aceptable precisión en sus pases. Para completar la zona creativa, el míster de Castrofeito recuperó a Valerón. El canario acabó perdido por la intensidad del segundo tiempo, pero antes del descanso protagonizó el choque y estuvo al nivel de su mejor época.
Delantera
Sacrificio y talento
Los problemas del Dépor no son en punta. Riki (en el mejor momento de su carrera) y Pizzi son perfectos para las transiciones rápidas y derrochan sacrificio en el repliegue.