El bombazo que significó el triunfo del Osasuna en el campo del Levante no solo resucitó al equipo navarro sino que hizo retemblar los cimientos futbolísticos de quienes intentan tender un puente que evite su caída a Segunda División. Entre estos equipos abocados al precipicio figuran los dos gallegos que, una semana sí y la siguiente también, van dando tumbos por este campeonato convertido para ambos en un larguísimo túnel donde no terminan de ver la luz indicando la salida. Sobre todo el que ahora entrena Fernando Vázquez que no entró pisando con el pie derecho, como hizo Abel Resino en Balaídos.
Quien cayó con los dos pies en el campo valenciano del Levante fue el Osasuna, que anteanoche ganó nada menos que por 2-0, a un Levante que ya había contado con la suma de los 3 puntos para situarse inmediatamente detrás del Betis que ocupa plaza de Europa League. Fue el triunfo más comentado en Primera por lo que significa, al menos de momento, para Mendilibar a quien algunos medios le habían pronosticado el cese en más de una ocasión. La directiva del Osasuna mantuvo a Mendilibar y hoy el equipo rojillo aparece con 28 puntos, cinco por encima del Celta, tercer candidato al descenso, y doce sobre el Deportivo, algo impensable hace pocas jornadas.
Así pues, el resumen de quienes residen en zona caliente de la Liga se centra hoy en ese bombazo del Osasuna que vuelve a respirar aunque tampoco su esfuerzo terminó en Valencia, pues aún hay Liga por delante. Es un resultado que debe alentar a esos otros equipos que luchan por escapar del descenso. Entre estos figuran los dos grandes de Galicia.