El capitán del Deportivo lee la cartilla al grupo

Xurxo Fernández Fernández
Xurxo Fernández A CORUÑA / LA VOZ

TORRE DE MARATHÓN

Manuel Pablo pide a algunos compañeros quejarse menos y entrenar más

22 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

De una pregunta inocente salió un mensaje cargado de intención a parte de la plantilla. Ayer subió Manuel Pablo a la sala de prensa de Abegondo tras el entrenamiento matutino. Un par de días antes, el lateral canario había sido (junto a Juan Domínguez) el mejor en la prueba de resistencia a la que se sometió la plantilla.

-¿Qué comes para estar así?

-Lo mío es genética y después trabajar fuerte y entregarse en cada entrenamiento. Lo importante es lo que hace Valerón. Él es el ejemplo. Una persona que sufre con este tipo de entrenamientos pero no se queja. Eso es lo que tenemos que hacer: no quejarnos de nada. Hay un entrenador, manda unos ejercicios y hay que hacerlos y ya. Y eso es lo que a la gente le cuesta más aceptar.

El recado del capitán continuó un par de preguntas después, cuando destripó su primera respuesta: «Yo creo que hay alguno que lo que más le cuesta es a la hora de entrenar. Dentro del vestuario estamos todos bien, pero a la hora de los entrenamientos a alguno sí que les cuesta. Y ahora con estas palizas les cuesta mucho más a muchos. Ya lo dice el míster: ?hay que intentar no quejarse y hacer las cosas?. Sin pensar ni que es algo bueno o que es algo malo, es algo que te mandan y hay que hacerlo y punto». El lateral desveló que ya le ha tocado llamar la atención a algún compañero: «Hay quien no entiende las situaciones y ese es el momento de chillarle o aconsejarle».

A juicio de Manuel Pablo este es un problema que muchas veces se soluciona con la edad. «Ya pasó en la época de Caparros, que el equipo empezó fuerte con los chavales pero después se complicó. A veces los chavales cuando no les van las cosas bien... pues les cuesta. Y ahí los veteranos también tienen más experiencia», señaló.

Y eso que a él no le gusta «estar siempre dando sermones. Valerón sufre y no se queja. El míster manda y él lo hace, le costará y sufrirá, pero no dice nada. La gente debería mirar eso, pero a veces no lo hacen. A mí no me gusta dar sermones, pero si en el entrenamiento ves a alguno que está más así le metes un par de voces, nada que no se pueda solucionar en el momento».