Oliveira y Salomão, alternativas en ataque

La Voz

TORRE DE MARATHÓN

10 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Si Riki no llega a tiempo para jugar contra el Levante, Fernando Vázquez medita dos posibilidades para sustituirlo. La natural parece la elección de Nelson Oliveira, el otro delantero centro de la plantilla. Sin embargo, después de que le diese minutos en sus cuatro primeros partidos en el banquillo deportivista, el internacional portugués apenas ha jugado diez minutos en las tres últimas jornadas. Saltó al césped en Palma, pero ni llegó a saltar contra el Celta (en realidad, el árbitro pitó el final antes de que se efectuase el cambio), ni tampoco el pasado sábado contra el Zaragoza.

Cabe recordar que el técnico había apretado las clavijas del joven jugador (Oliveira tiene 21 años) en los días previos a su primera titularidad de la Liga, hace justo un mes en el Camp Nou. «Me gusta como jugador, en cuanto cualidades, pero tiene que ser competitivo. Si él enciende la luz y se decide a entregarse y a trabajar... Yo creo que en esos momentos Nelson se transformará en el jugador que es en cuanto a potencial. Que de momento, no lo hemos visto», señaló el entrenador.

Quizá para picar el orgullo de su futbolista, o simplemente para buscar la sentencia en partidos que el Dépor dominaba en el marcador, Vázquez prefirió a Salomão para sustituir a Riki en los instantes finales de dos de las tres últimas jornadas victoriosas. El caso es que el correcaminos portugués, cuya posición natural es la de extremo izquierdo, sacó partido de su punta de velocidad y hasta marcó un gol, el de la sentencia contra el Celta. Es cierto que no se perdió más que un partido de los siete que lleva su técnico al frente del banquillo de Riazor, pero en sus datos también figura que nunca ha disputado más de veinte minutos.

El entrenador coruñés nunca ha ahorrado elogios con Salomão y hasta en su comparecencia previa al partido contra el Zaragoza aseguró: «No siempre se puede poner a los futbolistas que te gustan». Y, de inmediato, indicó que el jugador estaba esperando una oportunidad. Quizá por fin haya llegado.